jueves, 8 de noviembre de 2018

Personajes de Pueblo Llano


Señor José Lisandro Paredes Rondón


            Don Lisandro Paredes Rondón nació el 03 de julio de 1906, era hijo de don Juan Francisco Paredes y de doña Filomena Rondón, entre sus hermanos estaban: Jesús María, Eliseo, Francisco, Laudelino, María del Carmen, Clemencia y Luis.
            Su niñez, al igual que la mayoría de de los habitantes del pueblo para esa época fue de muchas dificultades, se desarrollaba una agricultura de conuco para poder subsistir y era necesario emigrar por temporadas a las haciendas de café, en época de cosecha, ubicadas en la ciudad de Mérida, San Cristóbal de Torondoy, Santa Apolonia, Las Virtudes y Altamira de Cáceres, para cubrir las necesidades de vestido, calzado, vivienda, entre otras.
            Don Lisandro aprendió a leer y escribir con los maestros Carolino Paredes y Eleuterio Molina. Desde joven ingresó como secretario de la prefectura y después desempeñó el cargo de jefe civil, presidente de la junta comunal, directivo de la sociedad bolivariana,  dirigente del partido político Acción Democrática, entre otros cargos importantes.
            Fue un ferviente católico y como tal cumplía a cabalidad los preceptos religiosos, pero además, fue un gran colaborador en el mantenimiento del templo y la casa parroquial, en una oportunidad asumió en su totalidad la reparación del techo de la iglesia.
            Contrajo nupcias con la señorita Eloína Tapia, natural de Altamira de Cáceres, estado Barinas,  de cuyo matrimonio no procrearon hijo, no obstante, formaron parte del hogar, se formaron y educaron, Carlos González, Carmen Colmenares y Juvenal Santiago, éste último profesional universitario, docente de la Escuela de Historia de la Facultad de Humanidades de la Universidad de Los Andes.
            La mayor parte de su vida la dedicó don Lisandro a regentar su bodega ubicada en la avenida Sucre con calle Independencia, desde la década de los años cuarenta. Su amabilidad, honestidad, educación, buena atención y vocación de servicio  fueron elementos que le granjearon grandes amistades con personas de todas las edades y condiciones sociales. La bodega, además de ser un sitio para expender víveres, licores, ropa, telas y medicinas, era un lugar de encuentro para el diálogo, el intercambio de  afectos y de consejos oportunos.
            Don Lisandro murió en la ciudad de Barinitas, estado Barinas, el 21 de febrero de 1982.      


Rafael Ramón Santiago
Cronista Oficial del Municipio Pueblo Llano

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