sábado, 14 de septiembre de 2019

Personajes de Pueblo Llano


Señor Emiliano Salcedo


El señor Emiliano Salcedo nació en Pueblo Llano el 5 de abril de 1934 y fue bautizado el 14 de abril del mismo año, hijo de María Concepción Salcedo y José Lisandro Paredes. Casó el 27 de diciembre de 1958 con la señora Carmen Ramírez Salcedo, de cuyo enlace nacieron: Teresa, Gaudis, Rosa, Gustavo, Nelly, Carlos Emiliano, Alfredo y Orlando.
Entre los trabajos que desempeñó el señor Emiliano a lo largo de su vida se encuentran el de operario de la planta eléctrica del municipio; enfermero; aguacil, secretario y juez del juzgado del Municipio; secretario de la Junta Comunal; facilitador del programa de alfabetización nacional ACUDE y colaborador de la biblioteca Pública Manuel Molina Ibisate.
Fue un hombre formado para el servicio comunitario a través de una gran sensibilidad humana demostrada a lo largo de toda su vida: respetuoso, culto, solidario, humilde,… virtudes que le permitieron convertirse en un baluarte fundamental para el progreso de Pueblo Llano. En el desempeño de sus diferentes funciones supo dar muestras de responsabilidad, capacidad, honestidad y eficiencia durante todos los años que le tocó ejercer cada una de ellas. Pero, además de haberse desempeñado como funcionario público se destacó como un excelente cooperativista y ateneísta, ya que fue uno de los socios fundadores de la Cooperativa Agrícola La Trinidad en 1964 y del Ateneo de Pueblo Llano en 1985. Bajo su vigilancia estas instituciones lograron consolidarse y alcanzar un nivel de excelencia digna de imitación. En 1983 obtuvo un diplomado en Desarrollo Social dictado por la Universidad de Los Andes.
Siempre fue un luchador incansable, le dolía en carne propia el estado de abandono en que se encontraba su pueblo por parte de los organismos oficiales. Alzó siempre su voz cuando las circunstancias lo requerían para buscar una mejor de vida y bienestar para su gente, a tal efecto estuvo integrando las diferentes comisiones que se constituyeron para conquistar mejoras para el municipio. Bajo su sabia conducción se organizaron los comités pro-teléfonos, pro-liceo, pro-hospital, entre otros; que después de largas luchas lograron sus objetivos. Supo repartir su tiempo: en las responsabilidades de su trabajo, en la formación de una excelente familia, en las luchas comunitarias y en sus compromisos como buen católico que era. Su vocación primordial fue siempre la de trabajar por el beneficio de su comunidad, nunca lo hizo obedeciendo a intereses particulares o a los mandatos de un partido político.
En el campo religioso también dejó sus huellas entre los feligreses, fue catequista, miembro de los Cursillos de Cristiandad, socio del Santísimo Sacramento, miembro de la directiva que propició la reconstrucción del templo, prioste de la fiesta de San José, entre otros.
Su lamentable muerte ocurrida el 15 de abril de 1995 dejó un gran vacío en la comunidad muy difícil de llenar, pero a la vez, quedó la satisfacción de haberlo tenido entre nosotros, porque, personas como él, que pasan por la vida haciendo el bien, no mueren; quedan sus obras, su ejemplo, sus banderas de lucha que tarde o temprano serán tomadas por nuevas generaciones que sabrán valorarlas como se merece.

Rafael Ramón Santiago
Cronista Oficial del Municipio Pueblo Llano