miércoles, 28 de marzo de 2018

Manifestaciones Colectivas


COMPARSA  SAN BENITO DE  LOS PANTANOS

            Por definición, un pantano es una capa de agua estancada y poco profunda en la cual crece una vegetación acuática que puede llegar a ser muy densa. En la zona de los Andes merideños se conoce como pantano al lugar  donde existió una laguna que fue poco a poco desapareciendo debido al cambio climático o a la invasión de plantas acuáticas.
            En los documentos sobre el repartimiento del resguardo de los indígenas de Pueblo Llano en 1889 no se hace mención de un lugar con el nombre de Los Pantanos, pero sí se habla de los terrenos de El Páramo para que los vecinos largaran el ganado.  Un sector de ese Páramo son Los Pantanos y es muy probable que en el pasado existiera una laguna cercana al caserío que hoy hacemos referencia, el cual se encuentra en la parte Norte de Mutús.
En este sector se han asentado varias familias de agricultores, tiene una vía de penetración, una escuela, una capilla dedicada a San Isidro y el 28 de octubre de 2005 decidieron conformar una comparsa en honor a San Benito. La iniciativa partió de los señores Jesús Zerpa y Santos Villarreal, quienes fueron secundados por Teodomiro, Cristina y María Villarreal, Aparicia y Elodia Ruz y Alfredo González, la mayoría de ellos parientes cercanos.
            La agrupación comenzó con veinte integrantes y con el transcurso de los años han aumentado sus miembros, participan en la comparsa niños, niñas, jóvenes y adultos.
            Las presentaciones en Pueblo Llano se realizan el 2 de enero durante la celebración de San Benito, el 19 de julio por conmemorarse la llegada de una reliquia de San Benito al pueblo y el 4 de octubre consagrado a San Francisco.
            Han realizado varias actuaciones en otros lugares fuera del municipio, entre ellas en el pueblo de La Puerta, estado Trujillo.
El uniforme que llevan consta de pantalón negro y camisa verde con flequillo.

viernes, 23 de marzo de 2018

Patrimonio Construido: Templos y Capillas

Primer Templo


Templo Evangélico: Jesús, la Única Esperanza


El inicio de la Iglesia Evangélica en Pueblo Llano se remontan a la década de los años sesenta del siglo XX, cuando los hermanos Guillermo y José Antonio Santiago, nativos de Pueblo Llano, pero con varios años trabajando en la ciudad de Maracaibo, estado Zulia, luego de abrazar la religión evangélica, se trasladan a Pueblo Llano para comenzar a captar prosélitos. Al respecto relata José Antonio Santiago: …me fui a Mérida donde asistí a la iglesia de Belén, y allí estuve por dos años; en ese tiempo el hermano Norman Chugg era pastor en Barinitas y visitó Pueblo Llano. Celebró culto donde mi hermano (Guillermo) todos los martes y mi mamá y una sobrina aceptaron a Cristo como su salvador personal. Regresé nuevamente a Pueblo Llano y seguía visitando. Después quedó encargado el hermano Ismael Arenas de esa obra. En Pueblo Llano conocí a una joven cristiana, y contraje matrimonio en la Iglesia de Mérida. Establecimos nuestro hogar en Pueblo Llano. Fue entonces cuando el hermano Arenas salió, y quedó encargado el hermano David Anderson…
Un día el hermano Anderson  llevó a conocer Pueblo Llano al hermano Homero Leventry para ver si quería encargarse de la obra. Luego dicho hermano buscó allí una casa alquilada. Era una casa nueva con un buen patio y otra casa vieja al lado. Empezaron los cultos en la casa nuestra (El Arbolito) porque en el pueblo no había creyentes. Visitaron toda la región, y al poco tiempo adquirieron dicha casa como su propiedad. Cuando ya había algunos creyentes más, empezamos a reunirnos en el pueblo, en la casa vieja, que tenía un salón adecuado. Allí la obra empezó a crecer más, y asistían otras familias del pueblo y del campo. También empezó a asistir un matrimonio de Llano Grande que aceptaron a Cristo por medio de Radio Transmundial; fue un gran testimonio, y empezaron a añadirse otros de  este mismo sitio. Así que la iglesia siguió creciendo cada día más. Debido a este crecimiento la iglesia decidió construir un templo, y los esposos Leventry trabajaron arduamente para levantarlo...
Tal como lo expresó el señor José Antonio Santiago, el Pastor Homero Leventry, de origen norteamericano, fundó el templo evangélico Jesús, la única Esperanza, en el año 1973. La construcción fue dirigida por el mismo Pastor, consta de una sola nave, techo de zinc a dos aguas y capacidad para unas cincuenta personas, ubicada en la calle Ayacucho, entre Avenidas Bolívar y Sucre. Años después construyeron otro templo, más amplio y moderno en la avenida Sucre, entre calles Ayacucho y Chimborazo.
El Pastor Homero W. Leventry nació el 2 de enero de 1920 en Johnstown, Condado de Cambria, Pennsylvania, EE.UU. Estuvo casado con Mary E. Sanderson Leventry durante 68 años. Sirvió en la Marina de los Estados Unidos en un pequeño portaaviones durante la Segunda Guerra Mundial y se convirtió en un creyente a través de los Navegantes. Obtuvo una licenciatura en biblia e historia de la Universidad Bob Jones. Homero y María fueron misioneros durante 33 años en Venezuela, primero con la Misión del Río Orinoco, luego con la FIM, retirándose en 1985. Fue un misionero de corazón, le encantaba tomar su pequeño coche y adentrarse tan lejos de la carretera como fuese posible para difundir la enseñanza de la Biblia.
Además de su trabajo como Pastor también se desempeñó como docente de la asignatura de Inglés en el recién creado Liceo de Pueblo Llano en 1974.
Homero Leventry muere el 9 de enero de 2013 a la edad de 93 años en Lancaster, Condado de Lancaster, Pennsylvania, EE.UU.

Templo actual.

martes, 13 de marzo de 2018

Personajes de Pueblo Llano



Casimiro Quintero Jerez


            Era hijo de Vicente Quintero Príncipe de la Torre y María Nicolasa Jerez, nació en Pueblo Llano en 1824. Casó en 1850 con María Manuela Dávila García, natural de Ejido, ambos fueron padres de María Trinidad (1853), Pedro Dámaso (1855), Manuel, Isabel María, Lesmes María (1865), José Juanario (1862), Teodora María (1859) y Genaro.
Casimiro Quintero era un hombre trabajador del campo, criador y constructor, muy católico y de carácter fuerte, muy respetado en el pueblo por todas esas virtudes, por lo tanto era elegido con frecuencia para ocupar cualquier cargo público donde pudiese servir con eficiencia.
En 1861 lo encontramos desempeñándose como  juez de paz en Pueblo Llano, actuando en una demanda que interpone el inglés Cristóbal Francisco Egget  contra Salvador Rivas, ambos vecinos de Pueblo Llano. Casimiro cita a Rivas para que responda a la demanda, pero éste no asiste y entonces le impone una multa.
 Manuel de Jesús González Moreno, en representación de Egget, con su altanería de hombre rico y leguleyo reclama al juez la celeridad en la actuación. Casimiro no tolera la actitud con que reclama el apoderado del demandante, entonces González demanda a Casimiro ante el juez del Cantón Timotes por abuso de autoridad, aduciendo que: …me ha negado la audiencia en su despacho y no me ha permitido hacer peticiones en el juicio intentado por mi poderdante contra Salvador Rivas de Pueblo Llano…el magistrado manifiesta con tales acciones preferirme antipatía pues así lo ha intentado con las amenazas que me hacía, los golpes que daba sobre la mesa, el metal de voz alto, no acostumbrado por él, el semblante…con tal conducta daba muy mal ejemplo a los concurrentes y causaba escándalo...
Casimiro responde ante el juez de Timotes cada una de las acusaciones que le indilga González y finalmente, a manera de reflexión expone: …bien sabido es que todo funcionario público se granjea odiosidad por todo individuo que no alcanza el triunfo en lo que se propone...
Los alegatos de González no tuvieron eco y el juez de Pueblo Llano continuó con su cargo.
Un año después, en 1862, manifiesta que su despacho había asumido compromisos para los cuales no tenía presupuesto, por lo tanto envía una comunicación a su autoridad superior solicitando permiso para ir por un mes a albañileriar (trabajar como albañil) para poder pagar las deudas contraídas como eran el caso de subsidios para la guerra, arreglo de caminos, bastimento y bestias para las tropas, entre otros. Como podemos ver, su actitud es un ejemplo de honestidad, no se queja por la falta de recursos, sino que asume los compromisos de su despacho aún a costa de su propio trabajo.
 Ahora, en 1865, lo encontramos desempeñando el cargo de jefe civil, en calidad de tal dirige una comunicación, el 02 de junio de 1865, a los concejales del recién creado Distrito solicitando se legisle sobre una problemática que se observaba para ese momento como era el hecho de que los jóvenes estaban muy enviciados a los juegos de envite y azar, había adultos que los animaban a jugar y por lo tanto resultaban algunos disgustos en el pueblo, producto de esta actividad ilícita. Agrega el Jefe Civil: ...esta jefatura espera de ese Ilustre Concejo Municipal salga una disposición en que se puedan evitar estos males porque de lo contrario no puede haber tranquilidad dentro de nuestro pueblo sino un continuo desorden y como el árbol está hoy tierno por donde quiera se puede doblar y después de endurecido no es fácil...
El 22 de julio de 1865 el Jefe Municipal de Pueblo Llano Casimiro Quintero dirige una carta al Secretario General del Estado Soberano de Mérida solicitándole armar las milicias del Distrito Pueblo Llano que se organizaría para atacar al General Blas Ignacio Miranda que desde Barinas, por el camino de Los Callejones, se disponía a invadir al estado Trujillo. El desesperado Jefe Municipal exponía: ...el que suscribe tropieza con el inconveniente de no haber armas en el Distrito y sea que el ciudadano Presidente (del Estado Mérida) nos diga por órgano de usted cómo debe hacerse para allanar esta dificultad pues de lo contrario será inoficioso la reunión de las milicias lo que se servirá decirme a la mayor brevedad pues ya han pasado por Timotes algunos oficiales de Miranda con preparativos de guerra…
El general Blas Ignacio Miranda después de haber inquietado algunas poblaciones trujillanas se refugió en el estado Zamora (Barinas), allí organizó una expedición y con ella invadió el territorio trujillano. En la madrugada del 4 de octubre del mismo año pasó por Pueblo Llano y seguidamente ...atacó el pueblo de Jajó, que se encontraba custodiado por una guarnición gobernada por el general Trinidad Baptista: el combate fue desesperado y sangriento, quedando completamente vencidos los invasores y muertos sus jefes, el valiente general Miranda y el coronel N. Gavidia...
Ese mismo año, 1865, don Casimiro Quintero también es designado como mayordomo de fábrica de la iglesia. Sabiendo que no puede cumplir a cabalidad con las dos funciones, solicita por escrito para que le dejen sólo el cargo de mayordomo de fábrica, argumentando que no tiene tiempo para tantas responsabilidades, pues tiene deudas por pagar, necesita ausentarse del Distrito y su esposa se encuentra enferma.
Hay una escritura de 1869 donde Don Casimiro adquiere por compra a los indígenas (Cruz Paredes y María Candelaria Padilla) un lote de terreno en el sector La Capilla, vecino al actual cementerio, perteneciente al resguardo indígena. Lote que vende, seis años después, en 1875, a un hijo de Cruz y María Candelaria, no sabemos si la segunda negociación la hizo por presión de la comunidad indígena que no permitía que se vendieran lotes del resguardo, mucho menos a los vecinos blancos.
Jamás imaginó don Casimiro en sus desempeños como funcionario público  y sus quehaceres como mayordomo de fábrica de la iglesia de Pueblo Llano que Dios lo iba a recompensar designando a un nieto suyo como el primer Cardenal de Venezuela: Monseñor José Humberto Quintero Parra.
Don Casimiro, ya viudo y con avanzada edad para la época, pasó sus últimos años en el pueblo de Timotes, falleciendo el 12 de mayo de 1903.

Rafael Ramón Santiago
Cronista Oficial del Municipio Pueblo Llano