jueves, 12 de diciembre de 2019

Personajes de Pueblo Llano



Pastor Homero Leventry 



El Pastor Homero W. Leventry nació el 2 de enero de 1920 en Johnstown, Condado de Cambria, Pennsylvania, EE.UU. Estuvo casado con Mary E. Sanderson Leventry durante 68 años. Sirvió en la Marina de los Estados Unidos en un pequeño portaaviones durante la Segunda Guerra Mundial y se convirtió en un creyente a través de los Navegantes. Obtuvo una licenciatura en biblia e historia en la Universidad Bob Jones. Los esposos Homero y Mary fueron misioneros durante 33 años en Venezuela, primero con la Misión del río Orinoco, luego con la FIM, retirándose en 1985. Sus biógrafos dicen que fue un misionero de corazón, le encantaba tomar su pequeño vehículo y adentrarse tan lejos de la carretera como fuese posible para difundir la enseñanza de la Biblia.
Fue llevado a Pueblo Llano a comienzos de la década de los años sesentas por el pastor David Anderson para que se encargara de la obra evangélica en esta comunidad. El Pastor Homero buscó allí una casa alquilada para tal fin, era una vivienda nueva con un buen patio y otra casa vieja al lado. Primero empezaron los cultos en el caserío El Arbolito porque en el pueblo no había creyentes. Luego, visitaron toda la región, y al poco tiempo decidieron establecerse definitivamente en el pueblo y adquirieron la casa nueva para conformar su residencia. Cuando ya había creyentes suficientes, comenzaron  a reunirse en el pueblo, en la casa vieja, que tenía un salón adecuado. Allí la obra empezó a crecer más, y asistían varias familias del pueblo y del campo. La iglesia siguió prosperando cada día y fue necesaria la construcción de un templo. Los esposos Leventry trabajaron arduamente para levantarlo, constaba de una sola nave, con techo de zinc, a dos aguas y capacidad para unas cincuenta personas, ubicada en la calle Ayacucho, entre Avenidas Bolívar y Sucre de esta población.
Además de su trabajo como Pastor el señor Leventry también se desempeñó como docente de la asignatura de inglés en el recién creado Liceo de Pueblo Llano en 1974, de ahí que es considerado como uno de sus docentes fundadores.
El señor Homero Leventry falleció  el 9 de enero de 2013 a la edad de 93 años en Lancaster, Condado de Lancaster, Pennsylvania, EE.UU.


Rafael Ramón Santiago
Cronista Oficial del Municipio Pueblo Llano



sábado, 30 de noviembre de 2019

Manifestaciones Colectivas


Festividad de San Isidro





San Isidro era de origen español, de la ciudad de Madrid, nacido en el año 1100, hijo de campesinos pobres, pero virtuosos. La misma pobreza lo obligó, desde muy joven, a dedicarse a las rudas faenas del campo. Ferviente católico, a pesar de la fatiga de la jornada, jamás dejó de cumplir con los preceptos, ayunos y vigilia, de su religión.
Trabajaba Isidro para un terrateniente de Torrelaguna, éste, en pago de los servicios prestados le permitía a sus labriegos trabajar un trozo de tierra definido como pejugal. En alguna oportunidad el terrateniente abrumado de chismes y de intrigas fue a indagar por qué Isidro había obtenido tan buenas cosechas en su pejugal. El santo, para evitar nuevas contrariedades le dijo: ...Tomad, señor, todo el grano, yo me quedaré con la paja... Posteriormente, los pocos granos de trigo que quedaban entre la paja se multiplicaron tanto como lo que se había llevado el señor.
Pero, el milagro que más se recuerda del labriego es el realizado junto a dos ángeles. Estaba él bastante mayor y Juan de Vargas, quien lo admiraba por su honradez, lo había encargado de su fundo en las afueras de Madrid. Al tiempo le llegaron rumores que durante el día Isidro abandonaba por ratos el trabajo.
Intrigado Vargas, fue hasta el fundo y lo encontró en la casa orando en silencio y al acercarse al campo vio con asombro dos ángeles blancos que conducían los bueyes.
La devoción por este santo no se hizo esperar en todos los pueblos de España y posteriormente, con la Conquista, en las regiones de América. Todavía es muy común ver cada 15 de mayo en casi todos los pueblos de los Andes venezolanos las yuntas de bueyes, engalanadas con flores y frutos de la tierra cosechadas en nuestros ubérrimos campos, que, guiadas por sus gañanes acuden hasta las cercanías de los templos para recibir la bendición del sacerdote.
No sabemos con exactitud cuándo comenzó la devoción a San Isidro en Pueblo Llano, pero suponemos que data de muchos siglos atrás, cuando los encomenderos adiestraron a los indígenas en el manejo de las yuntas de bueyes y comenzaron a cultivar de trigo y otras semillas las praderas y valles de estas fértiles tierras. Pues, en un pueblo de agricultores, San Isidro siempre debe haber estado presente, bendiciendo su trabajo.
En lo que respecta a una imagen del santo que hoy se venera en Pueblo Llano sabemos que la misma fue construida por don Aquilino Briceño, tal como lo refiere Jesús María Espinoza Marín en su libro Historia Mínima de Timotes ...El Taller de escultura anexo a este establecimiento ha despachado últimamente...una imagen de San Isidro para Pueblo Llano, encargo del Señor Presbítero A. Colmenares....
Para aquel entonces, 1917, era mayordomo de la fiesta del santo en Pueblo Llano Pedro Aquilino Santiago Torres y se cuenta que la imagen mencionada fue traída en hombros por el camino del páramo, Timotes - Pueblo Llano, en medio de una procesión muy solemne donde la quema de pólvora y el repique de campanas no se hicieron esperar durante toda la jornada.
Al morir Pedro Aquilino Santiago Torres, la mayordomía de la fiesta pasó a manos del señor Eugenio Quintero y al morir éste, sus hijos, particularmente Ruperto Quintero Rendón, han seguido con la tradición, encargándose de todos los preparativos y el desarrollo de la fiesta.

Con la presencia de una numerosa colonia colombiana en el pueblo, que comenzó a llegar a partir de la década de los años sesenta debido al incremento de la producción agrícola, la celebración se ha incrementado y se han agregado nuevos elementos a la misma; ya para la fiesta no sólo se presentan las yuntas de bueyes adornadas con frutos del lugar, tal como se dijo más arriba, sino que también acuden con todo tipo de animales domésticos como ovejas, cabras, conejos, perros, gatos, tortugas, gallos, gallinas y otros animales, para que el sacerdote los bendiga después de la misa; a esto se agrega un numeroso grupo de jinetes, tractores y máquinas utilizadas en las faenas agrícolas que también participan en el desfile; algunas personas suelen llevar recipiente con tierra de sus fincas para ser bendecida en la misa y los mismos agricultores también son rociados con el agua bendita que lanza con un hisopo el sacerdote durante la celebración.
Una capilla en honor a San Isidro fue levantada en el caserío El Pozo.


Rafael Ramón Santiago
Cronista Oficial del Municipio Pueblo Llano











martes, 22 de octubre de 2019

Patrimonio Construido: Templos y Capillas


Iglesia Santísima Trinidad de Pueblo Llano




                La religión católica llegó al territorio del actual estado Mérida con los primeros conquistadores, en efecto, el primer sacerdote que vino a Mérida, con la expedición de Juan Maldonado en 1559, fue Antón de Escámez, cura y vicario. Por otra parte, la primera Orden religiosa en establecerse en esta ciudad fue la de los Padres Dominicos, a su llegada fijan la residencia misional bajo el título de San Vicente Ferrer. En 1567 conformaron la primera comunidad: Fray Alonso de Adrada, a quien se le otorgó el título de Prior, los otros miembros de la comunidad fueron: Fray Alonso de Ortega, Fray Juan de Rioja, Fray Luis Maldonado y Fray Pedro de Castro. A éste último se le responsabilizó administrar la doctrina y curato de pueblos y repartimientos que componían la nación de los mucuchíes. En marzo de 1592 los padres Dominicos se hicieron cargo de las doctrinas de Aricagua, Lagunillas, Mucuchíes y Timotes (1). Es muy probable que para esta época los dominicos también comenzaran a establecer la doctrina del valle de Santo Domingo como lo refiere el historiador agustino Fernando Campo del Pozo quien manifiesta: ... (Santo Domingo) fue fundado por los Padres Dominicos, pero desde primeros del siglo XVII la administraron los Padres Agustinos como consta en los libros de Registro y actas de Visita de la Provincia de Nuestra Señora de Gracias. El 3 de febrero del año 1634, el Padre Pedro Bonilla, Prior del Convento de Mérida, recibió orden de visitar esta doctrina. Son pocas y breves las referencias que tenemos de este pueblo durante los años que estuvo bajo la jurisdicción de los Agustinos, quienes colaboraron denodadamente para reducir a la vida ciudadana y hacer fervorosos cristianos a los habitantes de aquella región...(2).
El primer templo construido en territorio del actual municipio Pueblo Llano es referido en la visita del escribano Rodrigo Zapata por orden del Oidor Alonso Vásquez de Cisneros en 1619, se encontraba en el sitio que hoy se conoce como La Conquista y estaba construido de: “…bahareque embarrado, cubierto de paja enmaderado con sus tijeras y tirantes con dos ventanas pequeñas una en cada parte del altar mayor con una puerta y la iglesia al parecer baja y se hallaron los bienes y ornamentos que exhibió y manifestó el dicho padre doctrinero...entre ellos …una imagen de San José pintada al oleo y guarnecida de madera (3).
El 19 de octubre 1619, el juez poblador Juan de Trejo por orden del Visitador Alonso Vásquez de Cisneros funda el pueblo de El Esfafiche y en él una iglesia que sustituyera las tres existentes hasta esa fecha en el valle de Santo Domingo. En esta nueva iglesia fueron adoctrinados los indígenas de Aracay, Pueblo Llano, Santo Domingo y Las Piedras, al desaparecer la encomienda de Las Piedras y trasladarse los indios de Santo Domingo a su lugar de origen, Mucutubé, en la iglesia de El Esfafiche se adoctrinaron solamente los indios de Pueblo Llano y Aracay hasta 1678, año en que fueron trasladados hasta el sitio donde se encuentra hoy la capital del municipio Pueblo Llano. 
En la visita pastoral que hace el obispo Rafael Lasso de La Vega en 1816 informa que existe una iglesia cubierta de tejas, con una sacristía cubierta de lo mismo y la puerta del templo con su cerradura y llave, además posee dos campanas, una mayor y una menor. En otra visita que realiza el mismo obispo cuatro años más tarde, la descripción que hace de la iglesia es similar.
Pero, veintisiete años después las cosas habían cambiado, el templo del que nos habla Lasso de La Vega ya no existía para 1847. En el inventario que se hace para ese año se encuentra...un templo nuevo sin blanquear, sin puertas ni ventanas, ni enladrillado y un solo altar que es el mayor...(4)
En los seis años siguientes apenas le habían colocado la puerta y lo habían blanqueado.
Le correspondió al sacerdote Justo Pastor Arias culminar el templo y dotarlo de los materiales suficientes para el culto divino, solicitando contribuciones de los parroquianos y de personas de diferentes lugares como La Mesa, Tostós, Niquitao, Boconó, Trujillo, Visún y de la ciudad de Mérida. Cuando el sacerdote entrega la parroquia a su sucesor Félix Albornoz el 18 de julio de 1866, la misma contaba con un capital de dos mil seiscientos cincuenta pesos, seis reales, ...sin incluir en esta cantidad el valor de las veinte y tres sortijas de oro y los milagros del mismo metal de plata donados por los fieles de Nuestra Señora…(5).
Culminando el siglo XIX (1895) nos encontramos con otro inventario que da fe del estado en que se encontraba el templo ...primeramente el local del templo construido de tapias, tejas, de una sola nave constante de frente de treinta y seis metros de longitud por nueve metros cinco decímetros de latitud inclusive las paredes, con su puerta mayor, su local del bautisterio con una puerta de madera de reja, una capilla del monumento con su puerta mayor de reja y dos puertas laterales, un cuarto adyacentes con su ventana de balaustres el cual sirve para guardar enseres de la iglesia, un coro de madera con su correspondiente escalera y barandas, un local de sacristía con dos puertas y una ventana. Todo el edificio enladrillado nuevamente con un consumidero (sic) de mampostería y su mesa de altar mayor separado de la pared nuevamente construida, todo esto, inclusive la reparación del altar del monumento, y un cañón de torre en fábrica y todo las demás mejoras anotadas, valoradas en la suma de veinte mil bolívares... (6).
En 1948 se terminó de construir la torre, las tablas que conformaban el techo fueron sustituidas por mallas, los ladrillos del piso le dieron paso al cemento y años después al granito, también se modificó el frontis. La dirección de la obra estuvo a cargo del señor Vicente Torres, oriundo de la ciudad de Tovar, constructor de la torre de las iglesias de Mucuchíes y Timotes. Aunque en realidad el verdadero ejecutor del trabajo fue su ayudante, el señor Laudelino Paredes, ya que el maestro Torres estaba muy anciano y enfermo para aquella época.
El templo que conocemos en la actualidad es completamente nuevo, sólo conserva la torre izquierda que pertenecía al anterior. El mismo fue construido siendo cura párroco el presbítero Luis Enrique Bejarano, bajo la dirección de la arquitecta Cándida Salcedo Molina, la ayuda de autoridades estadales y el inmenso trabajo comunitario liderado por el sacerdote. El templo se consagró e inauguró el 27 de diciembre de 1997.

Rafael Ramón Santiago
Cronista Oficial del Municipio Pueblo Llano

Fuente:
(1)  Onelver Arturo ARAQUE: Conventos Coloniales de Mérida 1591-1886 (Catálogo). Universidad de Los Andes. Archivo Histórico, Mérida, Venezuela, 2004. p. XXXV.
(2)  Fernando CAMPO DEL POZO: Historia Documentada de los Agustinos en Venezuela durante la Época Colonial. Biblioteca de la Academia Nacional de la Historia. Fuentes para la Historia Colonial de Venezuela, Caracas, 1968.pp. 69, 70.
(3)  Colección Los Andes. Archivo General de la Nación. Traslados del Archivo Histórico Nacional de Colombia. Ciudades de Venezuela. Tomo R19, Sala Febres Cordero, Mérida, Venezuela. p. 76.
(4)  Archivo Arquidiocesano de Mérida. Sección 45 A. Pueblo Llano. Libro 2º de Gobierno. Años 1847-1872.
(5)  Archivo Arquidiocesano de Mérida. Curatos. Pueblo Llano.
(6)  Archivo Arquidiocesano de Mérida. Sección 45 A. Pueblo Llano. Libro 2º de Gobierno. Años 1847-1872.


sábado, 14 de septiembre de 2019

Personajes de Pueblo Llano


Señor Emiliano Salcedo


El señor Emiliano Salcedo nació en Pueblo Llano el 5 de abril de 1934 y fue bautizado el 14 de abril del mismo año, hijo de María Concepción Salcedo y José Lisandro Paredes. Casó el 27 de diciembre de 1958 con la señora Carmen Ramírez Salcedo, de cuyo enlace nacieron: Teresa, Gaudis, Rosa, Gustavo, Nelly, Carlos Emiliano, Alfredo y Orlando.
Entre los trabajos que desempeñó el señor Emiliano a lo largo de su vida se encuentran el de operario de la planta eléctrica del municipio; enfermero; aguacil, secretario y juez del juzgado del Municipio; secretario de la Junta Comunal; facilitador del programa de alfabetización nacional ACUDE y colaborador de la biblioteca Pública Manuel Molina Ibisate.
Fue un hombre formado para el servicio comunitario a través de una gran sensibilidad humana demostrada a lo largo de toda su vida: respetuoso, culto, solidario, humilde,… virtudes que le permitieron convertirse en un baluarte fundamental para el progreso de Pueblo Llano. En el desempeño de sus diferentes funciones supo dar muestras de responsabilidad, capacidad, honestidad y eficiencia durante todos los años que le tocó ejercer cada una de ellas. Pero, además de haberse desempeñado como funcionario público se destacó como un excelente cooperativista y ateneísta, ya que fue uno de los socios fundadores de la Cooperativa Agrícola La Trinidad en 1964 y del Ateneo de Pueblo Llano en 1985. Bajo su vigilancia estas instituciones lograron consolidarse y alcanzar un nivel de excelencia digna de imitación. En 1983 obtuvo un diplomado en Desarrollo Social dictado por la Universidad de Los Andes.
Siempre fue un luchador incansable, le dolía en carne propia el estado de abandono en que se encontraba su pueblo por parte de los organismos oficiales. Alzó siempre su voz cuando las circunstancias lo requerían para buscar una mejor de vida y bienestar para su gente, a tal efecto estuvo integrando las diferentes comisiones que se constituyeron para conquistar mejoras para el municipio. Bajo su sabia conducción se organizaron los comités pro-teléfonos, pro-liceo, pro-hospital, entre otros; que después de largas luchas lograron sus objetivos. Supo repartir su tiempo: en las responsabilidades de su trabajo, en la formación de una excelente familia, en las luchas comunitarias y en sus compromisos como buen católico que era. Su vocación primordial fue siempre la de trabajar por el beneficio de su comunidad, nunca lo hizo obedeciendo a intereses particulares o a los mandatos de un partido político.
En el campo religioso también dejó sus huellas entre los feligreses, fue catequista, miembro de los Cursillos de Cristiandad, socio del Santísimo Sacramento, miembro de la directiva que propició la reconstrucción del templo, prioste de la fiesta de San José, entre otros.
Su lamentable muerte ocurrida el 15 de abril de 1995 dejó un gran vacío en la comunidad muy difícil de llenar, pero a la vez, quedó la satisfacción de haberlo tenido entre nosotros, porque, personas como él, que pasan por la vida haciendo el bien, no mueren; quedan sus obras, su ejemplo, sus banderas de lucha que tarde o temprano serán tomadas por nuevas generaciones que sabrán valorarlas como se merece.

Rafael Ramón Santiago
Cronista Oficial del Municipio Pueblo Llano

domingo, 11 de agosto de 2019

Manifestaciones Colectivas


San Miguel Arcángel



San Miguel Arcángel es el jefe de la milicia celestial. Su figura guerrera se presenta con una espada levantada en señal de haber triunfado sobre el mal. Bajo sus pies se encuentra derrotado el demonio en forma de una repugnante serpiente.
La fiesta de San Miguel se celebra el 29 de septiembre de cada año y era uno de los tantos días de guardar que aparecía en el calendario romano. En Pueblo Llano se recuerda con nostalgia las diferentes actividades que se realizaban con motivo de esta fiesta religiosa tan importante. La celebración ponía a trabajar a todo el mundo. Estaba el encargado de comprar la cera en Santo Domingo para que la niña Rafaela Paredes fabricara las velas que alumbrarían la imagen durante el novenario. Por otro lado, un personaje denominado laurelero iba hasta la montaña a buscar las ramas de laurel para que la señora Pascalina Terán, vecina de Mutús, lo regara en el piso de la iglesia, a manera de alfombra, para que pasaran por allí el santo en procesión. Por su parte, el mayordomo de la fiesta debía estar al tanto de los demás preparativos: la elaboración de la chicha de maíz para brindar a los concurrentes, de colocarle los adornos al santo para la celebración de la misa y de contratar al quemador de la pólvora, que generalmente era el chuenco Enemesio.
El 29 de septiembre nadie trabajaba, se creía que quien lo hiciera sería severamente castigado por la Providencia. Así nos lo ilustra con una anécdota el señor Emiliano Meza, uno de nuestros informantes: ...Una víspera de San Miguel --nos dice-- estaba mi hermano Chuy arando en un barbecho y tenía como ayudante a Enrique, mi otro hermano. Enrique le dijo que no le podía seguir ayudando porque le correspondía ir a la montaña a cortar el laurel para la fiesta de San Miguel, pero Chuy no lo dejó. Póngase más bien a rozar -le dijo- . No había terminado de darle la orden cuando apareció una culebra enrollada en el arado. Chuy se asustó, pero enseguida la mató y continuó arando. Un poco más abajo le salió un enjambre como de diez culebras. Esta vez el susto fue mayor, dejó arado y bueyes, salió corriendo loma arriba y en lo más alto de la montaña se postró de rodillas y con las manos levantadas imploró perdón al santo por haber ido en contra de su voluntad. ¡Vaya Enrique a la montaña --le ordenó ahora a su hermano-- a cortar el laurel para que el santo no me siga amenazando!.. .
Ese día el pueblo se engalanaba, desde tempranas horas se escuchaba la quema de pólvora y el repique de campanas llamando a la misa solemne. Los feligreses iban bajando desde los campos con mucha devoción luciendo sus mejores atuendos. Después de la misa sacaban el santo en procesión por las principales calles, la misma era acompañada por La Locaina y las socias y socios de las diferentes cofradías. Al final de la tarde los feligreses regresaban a sus hogares, culminando de esta manera en Pueblo Llano la celebración en honor al jefe de la milicia celestial.
En la casa del mayordomo de la fiesta se hacía una celebración paralela a la que dirigía el sacerdote durante el día principal de la fiesta. Se realizaba una novena de rosarios dedicados al santo, culminando la noche anterior a la celebración con un velorio donde los romances y cantos eran entonados con profunda fe cristiana, además del reparto de comidas y bebida.
            De finales del siglo XIX se recuerda a Sinforiano Salcedo como mayordomo de la fiesta. Relataba su nieta Cristina Salcedo, de 91 años de edad, entrevistada en el 2015, que su abuelo se iba caminando hasta Valera a traer los coroticos que se necesitaban para celebrar la fiesta a San Miguel, traía todo metido en un saco e fique sujetado con un pretal que se colocaba en la frente. Tardaba dos días en el viaje. Como caso curioso, nos dice, su abuelo Sinforiano murió un día que se celebraba la fiesta de San Miguel.
            La tradición la continuó en el pueblo una hija de Sinforiano de nombre Rafaela Salcedo, madre de Cristina, y en Mutús la señora Pascalina Terán. El primer velorio que hizo la señora Pascalina fue en una cueva, nos refiere otro informante, el señor Hermes Santiago, luego continuó realizándolo  ininterrumpidamente en su casa de habitación en Mutús. Al morir la señora Pascalina a la edad de 101 años, sus descendientes han seguido la tradición hasta la actualidad.  
Sin embargo, la celebración eclesiástica se ha venido a menos con el transcurrir del tiempo. Se cuenta que un sacerdote prohibió la tradición de regar laurel en la iglesia porque, según su criterio, esta práctica ensuciaba el templo. La gente no volvió a guardar el día del santo y las demás actividades señaladas se dejaron de hacer. Ahora solo se realiza una misa el día  domingo siguiente al 29 de septiembre.  


Rafael Ramón Santiago
Cronista Oficial del Municipio Pueblo Llano

domingo, 14 de julio de 2019

Personajes de Pueblo Llano


Señor Jerónimo Torres Paredes

 
            El señor José Jerónimo Torres Paredes nació en Pueblo Llano el 20 de julio de 1925, era hijo del señor Reinaldo Torres y la señora Adelina Paredes. El 23 de diciembre de 1956 contrajo nupcias con la señora Matilde Salcedo y fueron padres de su única hija Coromoto Torres Salcedo, quien nació en 1958.
            Al igual que varios de sus coterráneos se trasladó a Caracas en los años cincuenta del siglo XX en búsqueda de mejores medios de vida. Se desempeñó como empleado de la Electricidad de Caracas durante gran parte de su vida. Tenía su lugar de habitación en la Urbanización 23 de Enero de la ciudad capital, era un apartamento amplio, de cuatro habitaciones y una gran sala donde pernoctaban los paisanos que iban llegando de Pueblo Llano mientras conseguían un trabajo en la metrópoli para mejorar sus condiciones económicas que no habían podido obtener con las labores agrícolas en su lar nativo. Aquel apartamento también era el sitio habitual de reuniones y tertulias de los pueblollaneros, razón por la cual le daban el jocoso nombre de “embajada de Pueblo Llano en Caracas”.
Torres, como se le conocía cariñosamente, era una persona muy servicial, solidaria, preocupada por ayudar a  sus paisanos cuando estaban en situaciones difíciles: enfermos, al morir un familiar, cuando no tenían trabajo, en fin, para cualquier circunstancia en que era requerido. Para canalizar mejor esta labor social propuso conformar entre sus coterráneos un comité de ayuda denominado Mutuo Auxilio que permitiera abordar todas las emergencias que se iban presentando, además de sensibilizar y favorecer la unión y el acercamiento entre aquellos que vivían dispersos en diferentes sitios de la ciudad capital, particularmente en el barrio El Observatorio donde levantaron sus viviendas varias personas provenientes de este municipio andino.
            El Comité de Mutuo Auxilio se convirtió en la pasión de Torres hasta los últimos años de su vida, visitaba con frecuencia a sus amistades con el propósito de motivarlos para que se inscribieran en la organización  y cotizaran con puntualidad para fortalecerla y obtener los beneficios que se ofrecían. 
            En Comité aludido tuvo una gran participación en la realización del Primer Reencuentro de Pueblollaneros celebrado en Pueblo Llano el 22 de diciembre de 1984. Una numerosa delegación se hizo presente ese día y los siguientes, además de traer grupos musicales y teatrales para el disfrute de los concurrentes.
            Una penosa enfermedad fue mermando las fuerzas de Torres, pero su entusiasmo por ayudar al prójimo lo acompañó hasta su último suspiro. Este apreciable compatriota fallece en la ciudad de Mérida el 20 de febrero de 1989. Muchos años después de su lamentable partida, su generosidad, jovialidad y liderazgo sigue siendo  tema de conversación, de gratos recuerdos y gratitud entre sus paisanos y amigos.


Rafael Ramón Santiago
Cronista Oficial del Municipio Pueblo Llano

 



viernes, 21 de junio de 2019

Patrimonio Construido: Templos y Capillas


El Cementerio de Pueblo Llano


Foto de Rafael Santiago (Alias Mupatero)

Un cementerio es el lugar donde se depositan los restos mortales de los difuntos. Dependiendo de la cultura del lugar, los cuerpos pueden introducirse en ataúdes, féretros o sarcófagos, o simplemente envolverse en telas, para poder ser enterrados bajo tierra, depositados en nichos, mausoleos u otro tipo de sepulturas.
La palabra cementerio viene del término griego koimetérion, que significa dormitorio porque, según las creencias cristianas, en este lugar, los cuerpos permanecían dormidos hasta el día de la resurrección. A los cementerios cristianos se les llama también camposantos.
Usualmente, los cementerios son comunitarios, es decir, en dicho lugar se encuentran las tumbas de los miembros de la comunidad, sin llegar a ser tumbas colectivas, pues cada difunto tiene su propio espacio determinado aunque, por decisión familiar, también pueden enterrarse varios familiares en el mismo lugar.
Prácticamente desde comienzos de nuestra era, se hizo costumbre sepultar a los cristianos en las iglesias; comenzando con los santos, luego las autoridades eclesiásticas hasta alcanzar el cristiano común y corriente. Cuando el espacio se hacía insuficiente se sepultaban en terrenos aledaños.
Obviamente esta tradición fue traída por los europeos a América; en lo que respecta a esta zona de los Andes, encontramos documentación referida a la Visita de Diego de Meller y Sotomayor en 1557 a la doctrina de Santo Domingo donde hace referencia de algunos indígenas que murieron y fueron enterrados en la iglesia del El Esfafiche (pueblo de muy poca duración, fundado con los indígenas de Pueblo Llano, Las Piedras, Aracay y Santo Domingo en 1619). Esta práctica se continuó a lo largo de la Colonia hasta comienzos de la época Republicana, a pesar de que el 04 de junio de 1787 el Rey Carlos III, emite una Real Cédula ...prohibiendo la realización de entierros en el interior de las iglesias; mandando se construyan cementerios fuera de los centros poblados...se harán los cimenterios(sic) fuera de las poblaciones, siempre que no hubiere dificultad invencible ó grandes anchuras dentro de ellas, en sitios ventilados é inmediatos á las Parroquias, y distantes de las casas de los vecinos... Con esta disposición a la mano el Obispo de Mérida de Maracaibo emite un Edicto el 14 de septiembre de 1789 para hacerla cumplir. Pero, como era usual en aquella época, los mandatos reales tardaban mucho tiempo en hacerse efectivos, sobre todo con costumbres tan arraigadas como estas de enterrar a los deudos en las iglesias.
Es sólo a comienzos del siglo XIX cuando se empiezan a construir los cementerios en esta parte del país. Con esta disposición hubo necesidad de dejar las antiguas iglesias como cementerios y construir nuevas en otros lugares, como el caso de la iglesia de Santo Domingo.
Algo similar ocurrió en Pueblo Llano, al parecer, mientras remodelaban la iglesia o construían una nueva, las misas y demás celebraciones se realizaban en la capilla de La Chiquinquirá o “el Cerrito”, meseta donde actualmente se encuentra el cementerio. Posiblemente, los trabajos se prolongaron por varios años y a los muertos los enterraban en esta capilla y sus alrededores, al estar lista la iglesia, dicha capilla se dejó como cementerio.
Es necesario acotar que la antigua costumbre de enterrar a las personas en la iglesia no fue extinguida por completo, pues en Pueblo Llano, continuaron enterrándose cadáveres en la iglesia, en esta oportunidad, únicamente de personas notables de la sociedad pueblollanera, así tenemos el caso del entierro de Petronila González, hija de Manuel González (uno de los hombres más ricos en el Pueblo Llano del siglo XIX), viuda de Pedro José Hernández Bello, el párroco Francisco Higuera escribió en la partida de defunción: …su cuerpo está colocado en una bóveda que su finado padre hizo en la pared de la misma iglesia por fuera del pavimento de que certifico…Pueblo Llano 11 de enero de 1907.
Con el correr del tiempo, sólo se permitió sepultar a los sacerdotes fallecidos en el Municipio, así tenemos que en 1894 sepultaron en la iglesia a Rito Vicente Coronado, en 1900 a Pedro María Luchini, en 1929 a Enrique Colmenares, aunque había muerto en la Mesa de Esnujaque, en 1936 a Narciso Carrero Angola y más recientemente, en 1990, a Emilio Antonio Ramírez Montoya.
La referencia escrita más antigua que hemos encontrado sobre el cementerio de Pueblo Llano es la que aparece en el presupuesto del Distrito Pueblo Llano de 1865 donde se destinan ocho pesos para el ...cementerio de este Distrito.... Para 1869, en una compraventa de un terreno se habla de un cementerio y más tarde Monseñor Jáuregui Moreno al referirse a los edificios públicos del municipio dice que hay ...un cementerio cercado de paredes, valuado en doscientos cuarenta venezolanos....
El Cementerio anterior fue ampliado en 1941, para tal efecto la Junta Comunal adquirió un terreno aledaño que estaba situado en su parte Norte. Medía este terreno (el adquirido) 250,55 metros lineales: por el Este: 62 metros con 27 centímetros, por el Oeste 77,78 metros; por el Sur 63 metros y por el Norte 47,50 metros; fue bendecido por el presbítero Manuel Barillas.
Con esta ampliación, en 1948 se decidió cercarlo completamente de tapia y abrir una nueva puerta que quedara más o menos en la mitad de la pared frontal del terreno, además se construyó una capilla para velar a los difuntos y un depósito para guardar las herramientas. La tapiadura en cuestión se hizo a través de cayapas y convites liderados por tres hombres representativos del pueblo en aquella época como lo fueron Balbino Paredes, Pedro Aquilino Santiago y Victoriano Paredes, y por supuesto las autoridades de la Junta Comunal. Se le entregó la administración del mismo al señor Amador Tapia quien desempeñaba el cargo ad honores. De igual forma, la limpieza o desyerbe del lugar se efectuaba a través de cayapas una vez al año, antes del día de difuntos. Hacían sonar una lata de zinc durante todo el día en lo alto de la meseta para recordar a los deudos que tenías que subir a realizar su trabajo. En horas de la tarde de aquel día, primero de noviembre, prendían una fogata con la basura recolectada y celebraban la faena con libaciones de aguardiente y fuertes gritos hasta altas horas de la noche.
Entre los túmulos más viejos que hemos encontrado está el de Juan de la Trinidad Valero, quien murió en 25 de marzo de 1901, es una especie de urna construida de concreto o mármol, lo erigió su hijo Crescencio Valero. Hay otro de un tamaño mayor con forma de capilla, pero tiene borradas las letras que lo identifican, se presume que perteneció a la familia de José de la Trinidad Paredes Santiago, importante caudillo pueblollanero.
Para la década de los años ochenta del siglo XX, la capacidad del cementerio era insuficiente, fue necesaria una nueva ampliación y para tal efecto, la Junta Comunal adquirió otro terreno adyacente, propiedad del señor Ramón Paredes.
En 1992, durante el período de gobierno del primer alcalde, señor Pulio César Paredes, se comienza a hacer los movimientos de tierra para la nivelación. A esta nueva ampliación se le ha denominado cementerio nuevo.
Mientras se hacían las nivelaciones referidas se encontraron cadáveres de algunas personas enterradas fuera del cementerio viejo, se presume que habían muerto de viruela o lepra, y según la creencia de la época, debían ser enterradas fuera del cementerio para evitar los contagios. Es de hacer notar que desde aquel año 1992 hasta la fecha de escribir esta nota (2014), es decir 22 años, no se ha culminado la nueva ampliación del cementerio, pero sin embargo allí se comenzó a sepultar cadáveres.
Como dato curioso, tenemos que hacer referencia que el primer cadáver enterrado en el cementerio nuevo, según nos lo comentó el administrador del mismo señor Macario Santiago, fue el de Rosaura González fallecida el 30 de octubre de 1995.
Para finalizar, queremos acotar que por informaciones orales de personas mayores se comentaba que en el sitio denominado La Horca había un cementerio. En efecto, en este lugar se han encontrado algunos restos humanos acompañados de ídolos y otros objetos utilitarios; en realidad de lo que se trata es de un antiguo asentamiento indígena de la familia de los indios Chinoes que poblaron esta parte de la cordillera. Lamentablemente, el saqueo de los vestigios se realizó en diferentes épocas y posiblemente es muy poco lo que pueda haber quedado. A pesar de que se hicieron las gestiones en diferentes oportunidades, no se ha contado con el apoyo de las autoridades competentes para hacer un estudio arqueológico que pudiese arrojar suficiente información sobre las formas de vida de nuestros antepasados.

Rafael Ramón Santiago
Cronista Oficial del Municipio Pueblo Llano

lunes, 27 de mayo de 2019

Manifestaciones Colecivas

La Locaina del Niño Jesús



La Locaina del Niño Jesús conocida anteriormente como La Marcha es una agrupación folklórica del municipio Pueblo Llano que desarrolla  sus principales actividades la segunda quincena del mes de diciembre y el primero y tres de enero de cada año.
 El día 24 de diciembre en la noche se celebra la misa de gallo, después que el sacerdote canta ¡gloria!, entra en escena el grupo de La Locaina: hacen sonar sus instrumentos, gritan, entran y salen de la iglesia de una forma irreverente simulando haberse vuelto locos. Según sus integrantes tal locura representa el asombro y arrepentimiento que sufrieron los pastores de Belén por haberle negado la posada a San José y a la Virgen María padres del hijo de Dios. De esta manera comienza una celebración particular que describimos con detalle en el libro La Locaina y Otras Tradiciones de Pueblo Llano (1990). El día 25 es colocada en la plaza Bolívar, frente a la iglesia, una figura de madera denominada Mapolión Linares que, según manifiestan los integrantes de la agrupación, viene a ser el jefe máximo de ellos en este estado de locura. Los días comprendidos entre el 25 y el 31 de diciembre se denominan semana de locos y los fiesteros recorren los diferente caseríos del municipio recolectando la limosna para pagar la misa que se celebrará el día primero de enero en honor a la Sagrada Familia. La visita a los hogares está llena de detalles donde todos los integrantes del grupo y los anfitriones toman diferentes papeles como en una obra de teatro, la realidad del pueblo se trastoca por estos días para darle paso a una celebración cuyo origen se pierde en los tiempos.
El primero de enero se celebra la misa, el grupo de La Locaina baja desde Mutús con toda su parafernalia, vistiendo el uniforme de gala, pues, ya han superado la locura. Después de la misa, durante la procesión realizan en cada esquina del pueblo el denominado juego que consiste en una ceremonia donde presentan ante los santos sus armas: espada, bandera, rifle, espuntón y corneta, acompañados por un grupo musical compuesto por una caja o tambor, cuatro, maracas y violín. En la procesión participan también los Negros de San Jerónimo del vecino pueblo de Santo Domingo quienes van danzando delante de las imágenes a lo largo de todo el recorrido.
La Locaina acompaña a la celebración de San Benito el dos de enero y a la fiesta de San Pancracio el día tres, cuando se ejecuta “la muerte del novillo y el reparto del cacao”. En los últimos años la celebración reúne muchos espectadores, pues además de los Negros de San Jerónimo también son invitados otros grupos de locos y locainas  de diferentes partes del país.   
            El 03 de enero de 2015 la Locaina del Niño Jesús fue declarada Patrimonio Cultural del Municipio Pueblo Llano.


Rafael Ramón Santiago
Cronista Oficial del Municipio Pueblo Llano

viernes, 10 de mayo de 2019

Personajes de Pueblo Llano

Presbítero Jesús Ángel Sulbarán Paredes



Con una misa solemne en la Basílica Menor de la ciudad de Mérida, el 25 de Abril del 2004, el presbítero Jesús Ángel Sulbarán Paredes celebró sus cincuenta años de vida Sacerdotal.
Hijo de un hogar pueblollanero; sus padres fueron Adriano Sulbarán y Benigna Paredes, quienes se trasladaron a la población barinesa de Altamira de Cáceres en busca de mejores medios de vida. Allí nació el niño Jesús Ángel el 30 de julio de 1928, en medio de cafetos, cañaverales y la selva intrincada del piedemonte barinés, que era necesario ponerla a producir para sobrevivir. A los pocos años de estar allí, la guadaña del paludismo los atacó sin misericordia y a Don Adriano no le quedó otra alternativa que regresar con su familia a las frías tierras de Pueblo Llano para huir de aquel enemigo mortal.
De sus años infantiles en Pueblo Llano, el padre Sulbarán recordaba con cariño a sus maestros Manuel Molina, Misael Rivas y Ramón Espinoza y las enseñanzas de sus mayores en el hogar, donde el rosario se rezaba todas las noches y después se leían capítulos de alguna novela clásica española. También recuerda la casa paterna de zaguán empedrado y amplios corredores por donde se pasearon “los Paredes”, sus tíos guerreros, enemigos de Gómez.
Perdió a su madre cuando tenía nueve años y a su padre a los once, pero Dios no lo abandonó y un sacerdote del seminario que andaba por todos los pueblos parameros en búsqueda de vocaciones sacerdotales, se fijó en aquel jovencito de once años y lo llevó consigo un 15 de septiembre de 1939.
Permaneció en el Seminario durante catorce años, primero en Mérida, luego en Caracas y después, doce años en la Universidad Pontificia Gregoriana de Roma donde obtuvo tres licenciaturas: Filosofía, Teología y Ciencias Sociales. Regresó a Venezuela con el futuro Cardenal Dr. José Humberto Quintero, obteniendo la ordenación sacerdotal el 25 de abril de 1954. Su lugar de nacimiento, Altamira de Cáceres, fue la primera parroquia, luego permaneció siete años en la población vecina, Calderas, continuó con su pastoral eclesiástica en Barinas, Mérida, Tabay, El Vigía (1965-1966) y Timotes (1966-1968), en éste último pueblo realizó una gran labor social; fue el fundador del Club de Leones y el creador del Himno del Distrito Miranda, entre muchas otras actividades.
Años más tarde se dirigió al estado Anzoátegui donde permaneció treinta y dos años en las parroquias de Santa Lucía y Nuestra Señora de Guadalupe en Barcelona.
El ejercicio de la docencia fue otro capítulo importante en su vida, dio clase de latín, griego, historia y otras materias humanísticas durante 25 años en el Liceo Anzoátegui de Barcelona. Allí fue asesor de la Sociedad Bolivariana y de la Defensa Civil.
Para el año 2004, cuando tuve oportunidad de entrevistarlo, era el párroco de Nuestra Señora de Las Mercedes, en Calabozo, estado Guárico, dirigía los Cursillos de Cristiandad y se desempeñaba como exorcista oficial de la Diócesis, aunque --como nos dijo-- no se le ha presentado ningún caso hasta ahora.
Para completar la biografía del sacerdote Sulbarán anotaremos una anécdota jocosa escrita el lunes 31 de enero de 2011 por Rigoberto Márquez Dávila, historiador de Calderas, estado Barinas, en la cual nos da a conocer otras facetas del biografiado:
JESUS ANGEL SULBARAN PAREDES UN SACERDOTE DE ARMAS TOMAR.
Sería a finales de año 1956, cuando se suicidó Don Cristóbal Rivas y el padre Sulbarán que estaba recién ordenado le hizo los funerales, posiblemente contraviniendo un precepto del Código del Derecho Canónico, donde establece que aquel cristiano que se suicidaba no le hacían exequias eclesiásticas católicas, no sé si es que posiblemente ya algún papa había eliminado lo estipulado, lo cierto fue que el padre se presentó a la casa de donde lo velaban, lo llevo a la iglesia acompañado de la multitud de gente, revestido con su capa negra adornada con símbolos dorados; al sacerdote después que pasó el entierro algunos le preguntaba que por qué había oficiado el funeral cuando Cristóbal se había suicidado, éste se limito a responder secamente: “Lo hice porque era mi padrino”.
A poco tiempo, Monseñor Acacio Chacón lo nombró párroco de la Iglesia Santa Rosa de Lima de Calderas, una tarde fuimos a encontrar al nuevo sacerdote algunos caldereños a La Arandia, allá nos encontramos con aquel hombre fornido, lleno de vida, con unos lentes redondos que le arropaban la cara. De inmediato comenzó sus oficios religiosos aquel padre muy amigo de organizar fiestas: como el baile de cintas, paraduras de niño, etc. Un día de 1957, ya en los últimos días del gobierno de Pérez Jiménez llegaron a Calderas seis Guardias Nacionales acompañado también de un señor que había sido policía de Vergara, ellos llegaron con la finalidad de buscar los “alambiques (fábrica de aguardientes clandestinos)”, pero la poca inteligencia de las autoridades les dio por irse a los campos y a los campesinos que se encontraban por los caminos lo azotaban con espadas para que ellos dijeran dónde estaban las fábricas de aguardientes, entre ellos recuerdo que le cayeron a espada a Crescencio Cadenas, Américo Briceño y a Rafael Morón; los Guardias Nacionales aterrorizaron al pueblo con aquella actitud tenebrosa, los campesinos afectados se fueron donde el sacerdote y éste los esperó en la esquina de la casa parroquial, discutió con ellos, los despachó del pueblo y durante el momento que hablaba con los guardias no se sacó la mano del bolsillo de la sotana, porque allí cargaba un arma de fuego, los guardias obedecieron al padre y salieron rumbo a Barinas, el padre “de guáramo” al ver salir a las autoridades mandó a los acólitos a que tiraran cohetes, aquella situación no se presentó más nunca. Muy pronto cae el gobierno de Marcos Pérez Jiménez, se inicia la campaña electoral y el padre Sulbarán tomó partido en la políticas ayudando a organizar los comités del partido COPEI y se inició una guerrita entre los adecos con el padre porque los combatía en el púlpito, la batalla se inicia entonces, viajaban los adecos a Mérida a denunciar al padre que se estaba metiendo en política, más adelante llegaban los copeyanos a donde Monseñor Chacón defendiendo al padre: “El padre es progresista, hace cayapas para arreglar caminos, construye capillas, convirtió la casa parroquial en hospedaje para niños del campo, puso un cine parroquial, el padre es bueno” le decían los copeyanos al Monseñor Chacón, y los adecos en sus viajes a Mérida le decían al Monseñor: “ese padre no lo aguantamos, nos insulta y es muy bravo”, por cierto que el difunto Pedro Briceño vociferaba a gritos por las calles: “después dicen que el padre es bravo”; la lucha la ganan los adecos cuando se llevan a Gabriel Gómez Araujo y Don Gabriel quienes exponen primero las cosas buenas del sacerdote y después pasa a decirle lo que los adecos sentían por él, ahí es cuando Monseñor Chacón dice: “ahora si les voy a cambiar el padre porque han traído este señor que no sólo dice las cosas malas sino las cosas buenas también”, y se fue el padre de Calderas, lo mandaron como vicario en Barinas a poco tiempo dejó de ejercer el ministerio para casarse y formar un hogar, se fue para Barcelona a trabajar en el Ministerio de Obras Públicas y me dijo Monseñor Elíminas Rojo Paredes “que él nunca se apartó de la iglesia católica, que era muy colaborador” .
Después de 30 años de casado, hacen unos 8 años se le murió la esposa, entonces él decidió volver a ejercer el ministerio sacerdotal. En este caso tuvo la intervención del Vaticano por Monseñor Elímina Rojo Paredes, entonces el clero venezolano lo mandó como sacerdote para las Mercedes Del Llano en el Estado Guárico, hasta hacen pocos días que nos llegó la noticia: “FALLECIÓ EL PADRE SULBARAN”.
Efectivamente, el padre Jesús Ángel Sulbarán Paredes falleció en Calabozo, estado Guárico, el 23 de enero de 2011, sus restos reposan en la ciudad de Barcelona, capital del estado Anzoátegui.

Rafael Ramón Santiago
Cronista Oficial del Municipio Pueblo Llano