martes, 31 de julio de 2018

Personajes de Pueblo Llano


Pedro García Ortiz


En abril de 1903, el general Nicolás Rolando, con un ejército de 3.000 hombres, amenaza con un asalto a Caracas y Castro comisiona una vez más a Gómez para que enfrente la nueva embestida revolucionaria; el 11 de dicho mes chocan los ejércitos de Rolando y Gómez en El Guapo, en un combate que dura 3 días y que termina con la derrota de Rolando, quien se retira a Guayana con las tropas que salva del desastre. Apenas vencido Rolando, se anuncia un nuevo desembarco del general Manuel Antonio Matos en tierras de Falcón y la reactivación de la lucha revolucionaria en el occidente, principalmente en los estados Falcón y Lara. Una vez más, Juan Vicente Gómez es el designado para comandar los ejércitos que van a enfrentarse a las tropas de los generales Riera, Peñaloza, Montilla y Solagnie. Con la toma de Barquisimeto, el 23 de mayo de 1903, en la que participa al lado de Gómez, en forma decisiva, el general Rafael González Pacheco, y con el combate de Matapalo, ocurrido el 3 de junio, se liquida definitivamente la fortaleza revolucionaria del occidente y los jefes principales del movimiento libertador vuelven al exilio. Castro, en telegrama del 6 de junio dirigido a Coro, le dice a Gómez: «...Felicito al vencedor en todas partes, predestinado para ser el Pacificador de Venezuela...» Gómez regresa a Caracas y con el carácter de delegado nacional y jefe expedicionario sobre el Oriente de la República, se embarca en La Guaira, el 27 de junio, comandando un ejército de 2.000 hombres, en tres buques de la Armada. El 5 de julio empieza a navegar por el Orinoco y el 11 desembarca en Santa Ana con el propósito de tomar a Ciudad Bolívar, en donde se encuentra atrincherado Nicolás Rolando con un nuevo ejército que había logrado formar bajo su exclusiva dirección, cuando la revolución ya está liquidada en el resto del país. El combate empezó el 19, y el 21 de julio, después de 50 horas de lucha, se rindió el ejército de Rolando. Era el fin de las guerras civiles en Venezuela.
De las peripecias en aquella guerra de Oriente comentaba don Pedro García Ortiz. Hablaba de los lugares donde estuvieron, entre ellos Aragua de Barcelona, El Sombrero, Cariaco, recordaba con tristeza los momentos en que no podían resistir la sed, tomaron agua de un pozo estancado y a las pocas horas su hermano Eduardo García comenzó a sentir fuertes dolores de estómago y al día siguiente amaneció muerto, lo enterraron en un ranchito con todo y cobija. Los hacían cavar trincheras para cubrirse de los disparos del enemigo y mientras cavaban comentaban: “en estos mismos huecos nos irán a enterrar”.
Después de triunfar en Ciudad Bolívar regresaron a Caracas, allí los alinearon, los pusieron firmes y les dijeron: ¡se acabó la guerra!, ahora viene la paz, pueden irse a sus casas y quedan con la obligación para cuando los volvamos a necesitar.
Dos meses tardaron los soldados andinos en su viaje de regreso, atravesaron selvas, llanos y páramos, aguantando hambre y sed, por cada caserío o pueblo donde pasaban les cerraban las puertas o la gente salía corriendo asustados, no sabían si eran revolucionarios o de la tropa del gobierno. Solo era un grupo de hombres que querían regresar a sus cumbres después de ganar una batalla de cuyas causas sabían muy poco, estaban contentos de haber quedado vivos y eso era lo que los motivaban para continuar adelante. El hambre y la sed la saciaban con algunas frutas del camino. Al llegar a Valera fue que se dieron cuenta que habían quedado solo siete personas de Pueblo Llano, el resto murió o decidió no regresar. La última jornada la cubrieron a prisa, deseosos de encontrarse con sus familiares y vecinos. El pueblo entero los recibió como héroes, no los dejaban descansar para que les relataran sus anécdotas.
Años después, para las fiestas de año nuevo o en ocasiones especiales, don Pedro aún lucía con orgullo el uniforme con el que peleó en la guerra de Oriente en 1903 bajo las órdenes del General Gómez.
Don Pedro García Ortiz era hijo de Santiago García y María del Rosario Ortiz Rondón, fue bautizado en la iglesia de Pueblo Llano el 31 de enero de 1875.
Era un hombre polifacético, fue de los primeros constructores de casas de tapia en el pueblo, le fabricó el molino para procesar trigo a Balbino Paredes y era muy buen carpintero, hacía barriles para enfuertar chicha y echar miche (aguardiente), era el que le fabricaba los barriles a los Paredes quienes tenían un alambique. También se le recuerda por haber construido la figura en madera de Mapolión Linares, ídolo principal de la Locaina del Niño Jesús.
En1913 fue nombrado presidente de la Junta Comunal. Como albañil y carpintero que era y después de haber visto la parte urbana de muchos pueblos cuando viajó a la guerra, le preocupaba el desorden con que crecía su pueblo; estaba la calle principal o calle real y otra calle mal trazada llamada la calle del medio o calle de los Uzcátegui que no reunía las medidas correspondientes de lo que debía ser una manzana según la cuadrícula española. Los antiguos miembros de las Junta Comunal, en varias oportunidades habían tratado el tema, incluso ya les tenían nombre a las calles (transversales) que se irían a formar, pero nunca terminaban de tomar una decisión para abril la calle nueva o la otra calle como se le llamaba, porque muchas personas influyentes o los tradicionales caudillos ya habían cercado sus solares y no permitían que se los dividieran con una nueva calle. Entonces, don Pedro García, con la autoridad que tenía como presidente de la Junta decidió comenzar a tumbar cimientos de piedras y con una yunta de bueyes trazó surcos y colocó estacas para señalar la nueva calle. Como era de esperarse, los “dueños” de los solares protestaron ante el Prefecto, éste le pidió a don Pedro que se presentara inmediatamente a su despacho pero no acató la orden, después fue denunciado ante el Juez del municipio pero hizo caso omiso al llamado de atención. Finalmente, fue acusado antes las autoridades de Timotes y allí fue llevado preso para que respondiera por sus actos. Con la Cartilla de adjudicación de los resguardos en la mano justificó que aquellos terrenos eran área del pueblo dejada en los repartimientos de los resguardos de la comunidad indígena en 1889 y que la Junta Comunal en varias oportunidades había tomado la decisión de construir la nueva calle; se justificó diciendo que él solamente estaba ejecutando la decisión tomada. El tiempo transcurrió, los ánimos se calmaron y la calle se construyó amplia y derecha, tal y como la había trazado. Hoy lleva el glorioso nombre del Mariscal Antonio José de Sucre, nativo de Oriente, donde estuvo peleando Pedro García.
Don Pedro casó con Ana Gracia Osuna y fueron los padres de Onofre, Roque, Amadeo, Napoleón, Hormidas y Lubín, la mayoría de ellos heredaron de su padre los oficios de albañil y carpintero. Murió don Pedro en 1964, a la edad de 89 años.
Rafael Ramón Santiago
Cronista Oficial del Municipio Pueblo Llano

lunes, 23 de julio de 2018

Patrimonio Culinario


SOPA DE ARVEJAS Y TRIGO

La Gastronomía es el arte de la preparación de una buena comida, se compone de un conjunto de conocimientos y prácticas relacionadas con el arte culinario, las recetas, los ingredientes, las técnicas y los métodos, así como su evolución histórica y sus significaciones culturales.
En este sentido, la gastronomía es también una disciplina que estudia la relación del ser humano con su alimentación, el entorno natural del cual obtiene los recursos alimenticios y la manera en que los utiliza, así como los aspectos sociales y culturales que intervienen en la relación que cada sociedad establece con su gastronomía.
La gastronomía local forma parte del acervo de la región y allí encontramos algunos platos típicos tales como la sopa de trigo, la sopa de "picote", las coles con huevos, Los tungos (en semana Santa), las papas negras con queso y ají de zapallo, el pan de horno, las arepas de horno, las "cucas" o "paledonias", el curruchete (dulce de queso que se hace especialmente el día de San Juan), entre otros tantos platos típicos.
En esta oportunidad presentaremos la receta para la elaboración de SOPA DE ARVEJAS Y TRIGO.


Sopa de arvejas y trigo:

(Preparación para 20 personas)
Ingredientes:

  • 2 kg. de arveja
  • 2 kg. de trigo
  • 4 kg. de papa
  • Cebollín criollo
  • Una cabeza de ajo
  • Cilantro
  • Sal al gusto.

Preparación:

Se limpian las arvejas y se lavan dos veces o las veces que sea necesario. Se dejan en remojo con suficiente agua un día antes de la preparación. Se hace lo mismo con el trigo. El día de la preparación de la sopa se elimina el agua de remojo de las arvejas y el trigo. Se cocina las arvejas hasta que ablanden. Mientras tanto el trigo se coloca en la licuadora un minuto con  agua caliente mientras suelta la concha. Posteriormente, se coloca  en un recipiente para lavarlo con agua fría. Después se le agrega las arvejas con las papas picadas. Los aliños (demás ingredientes) se sofríen aparte por 4 minutos, luego se le agregan a la mezcla conjuntamente con la sal. Se deja cocinar de 30 a 45 minutos hasta que quede el grado de cocción deseado. Finalmente le agregamos cilantro picado y se sirve acompañado con arepa de trigo.
            Tomado de “Gastronomía del Municipio Pueblo Llano”
Trabajo elaborado por los estudiantes del Liceo Bolivariano Mariano Picón Salas de Pueblo Llano:
Eduar A.  Carvajal V.
Wilson A. Carvajal Q.
Luis D. Santiago P.
Junio  2018.

jueves, 19 de julio de 2018

Patrimonio Construido: Templos y Capillas


CAPILLA EN HONOR A LA VIRGEN DE CHIQUINQUIRA EN LA CAPELLANIA

La devoción por la Virgen de Chiquinquirá en Pueblo Llano se remonta a varios siglos atrás, pues su presencia ha quedado reseñada en testamentos elaborados por encomenderos, sacerdotes, caciques y en otros documentos, además de testimonios orales que dan cuenta de la fe, celebraciones y fervor religioso que experimentaban los feligreses de este pueblo hacia la Virgen del Rosario o Nuestra Señora de Chiquinquirá.
La Virgen del Rosario se encontraba en Pueblo Llano desde antes del año 1683, pues para esa fecha el encomendero Lucas de Laguado hace su testamento y manifiesta que ...tiene en Pueblo Llano varias casas, una de ellas que le sirve de despensa con dos cuartos que tienen dos puertas, una de madera y otra de cuero con el candado... Uno de estos cuartos servía como capilla donde se encontraba un cuadro de Nuestra Señora del Rosario. Laguado se encargó de la encomienda en 1670 y por lo que dicho oratorio fue construido durante el periodo (1670-1683).
Siendo encomendero Lucas de Laguado, asumió la doctrina de Pueblo Llano y Santo Domingo el Bachiller Victorino Calderón de La Barca, que al igual que el encomendero, también era devoto de la Virgen del Rosario, para tal efecto construyó una capilla y colocó una imagen en El Cerrito, actual meseta donde se encuentra el cementerio, bajo la advocación de La Chiquinquirá tal como lo hace ver en su testamento elaborado en 1717. ...Ítem. Declaro por bienes míos la Santísima imagen de Chiquinquirá que está en el cerrito, mando a mis albaceas la dejen en la capilla en que está colocada por ser así mi voluntad y se le dé un frontal de felpa listado que tengo...
La devoción hacia la Chinquinquirá ya se había generalizado en Pueblo Llano para comienzos del siglo XVIII y para que su fervor se mantuviese en el tiempo el cacique don Antonio de Jáuregui, en su testamento elaborado en 1723, decide fundar una Capellanía bajo su advocación, para que cada año, con los réditos obtenidos en dicha capellanía, el cura propietario de la iglesia de Pueblo Llano y los que de allí en adelante lo sucedieran en el cargo, tuviesen la obligación de celebrarle en el mes de diciembre de cada año una misa cantada, solemne, a la Santísima Virgen de Chiquinquirá y colocarle en el altar doce velas de cera.
Para mediados del siglo XIX, la celebración del día consagrado a la virgen de Chiquinquirá se hacía con un gran entusiasmo, pues se realizaba una procesión donde un grupo de ancianas cubiertas por un manto negro iban danzando delante de la virgen y simultáneamente sonaban sendas maracas. Cuando hacían algunas paradas durante la procesión, en las esquinas de la plaza le cantaban algunos versos como el siguiente:
Virgen de Chiquinquirá
Virgen de mi devoción
recíbeme esta función
que nunca se acabará.
Con respecto a la denominada Capilla del Cerrito donde se veneraba a una imagen de la Virgen de Chiquinquirá tenemos que en la visita pastoral del obispo Rafael Lasso de la Vega, los días 10 y 11 de agosto de 1816, mandada que ...se conserve el templo siempre reparado con su pavimento y techo: en igual conformidad la capilla de Nuestra Señora de Chiquinquirá cerrada sus puertas, sin que se abran sino es para el rosario los sábados, y quando allí se celebre o haga alguna romería con licencia del venerable cura que guardándose la costumbre que haya habido hasta la presente, en salir a las administraciones del campo hasta que en (ilegible) se provea lo más conveniente, todas las demás se hagan de día y a hora competente...
En la visita del 8 y 9 de septiembre de 1820, el mismo obispo manifiesta que visitó la capilla de Nuestra Señora de Chiquinquirá, en el inventario la describió como ...una capilla grande de tapia y texas, sacristía y una mesa de altar con su retablo y en él un quadro de Nuestra Señora de Chiquinquira/ dos campanas y su cajón grande que le sirve de mesa con cinco cabullas viejas y sin galán, la puerta no tiene candado... y la halló ...dañada por el techo, pero mandó se reparara quanto antes, pasó a su sacristía en la que primeramente hay una mesa con su cajón y dentro quatro ornamentos muy viejos y otros trapajos de ningún aprecio, lo que certifico...
En 1847 se habla de ...una capilla de la Virgen de Chiquinquirá ya cayéndose...
Para finales del siglo XIX ya la capilla del cerrito estaba en completo deterioro y finalmente fue sustituida por el cementerio actual, desapareciendo la imagen del lugar. Sin embargo, durante los años siguientes se le siguió denominando al sitio, La Capilla.
La devoción por la virgen de Chiquinquirá fue perdiendo fervor y devotos durante la segunda mitad del siglo XIX y durante el siglo XX. Solo algunos habitantes de La Capellanía colaboraban para pagar la misa en su honor y para comprar las velas que había institucionalizado el cacique Don Antonio de Jáuregui.
Como un mondo recuerdo de lo que en otrora fue una gran devoción por la Chiquinquirá, el señor José Atilio Vergara Santiago, habitante de La Capellanía construyó el 18  de noviembre de 1994 una pequeña capilla en el lugar.  

Rafael Ramón Santiago
Cronista Oficial del Municipio Pueblo Llano



domingo, 15 de julio de 2018

Manifestaciones Colectivas


Bajada de Santa Rosalía


Santa Rosalía, nacida con el nombre de Rosalia Sinibaldi (1130-1156) fue una noble virgen de Palermo, Sicilia, que se convirtió en santa para la tradición católica. El nombre de Rosalía es una contracción de los nombres "Rosa" y "Lilia", y es llamada cariñosamente "La Santuzza" por causa de su pequeña estatura. Su fiesta se celebra en dos fechas: en Sicilia el 15 de julio (traslación de sus restos) y en el resto del mundo el 4 de septiembre.
El culto a Santa Rosalía, promovido por los Padres Benedictinos, se difunde por el mundo como protectora contra enfermedades infecciosas, la peste, y para recibir auxilio y protección en momentos difíciles, así como para encontrar fuerzas cuando se necesita superar dificultades.
La devoción por esta santa italiana se arraigó en el caserío Las Mesitas, Municipio José Félix Rivas, del estado Trujillo y la misma ha trascendido a otros lugares en la medida en que sus pobladores emigran o se conoce de nuevos milagros. El caserío La Culata de Pueblo Llano, estado Mérida, es uno de los lugares donde se le profesa una profunda devoción.
El día cinco de junio, parten desde La Culata un numeroso grupo de jinetes, que en los últimos años pasan de cien, procedentes de Las Mesitas, Santo Domingo, Las Piedras, Aracay, Durí, La Culata y otros lugares y se trasladan hasta Las Mesitas para la traída de la imagen; algunos jinetes llegan al lugar uno o dos días antes, pero el mismo cinco de junio regresan, a eso de las nueve de la mañana, a La Culata después de cuatro o cinco horas de viaje por pleno páramo cubierto de neblina y una pertinaz lluvia. En el 2004 observé que la imagen de la santa se trataba de una estampa enmarcada en un cuadro de madera, era sostenido por una mujer mientras un grupo de unos cinco hombres, denominados romanceros, entonaban versos de bienvenida acompañados por ejecutantes de un cuatro y un violín. Finalizados los versos llevaron la imagen al altar y comenzó la misa.
 Uno de los informantes me dijo que hace como cuatro años, en el  2000 aproximadamente, se robaron la imagen con todos “los milagros” (pequeñas ofrendas de oro y plata) y fue sustituida por la actual, sin que esta situación haya disminuido la fe en las personas.
La imagen permanece en la capilla, donde le encienden velas, rezan y cantan rosarios por las noches hasta el 24 de junio, día de San Juan, patrono del caserío, en que se celebra otra fiesta solemne en homenaje a los dos santos. En la tarde, Santa Rosalía es sacada en romería a las casas y lugares donde sus feligreses le han ofrecido alguna promesa. La virgen tiene una o varias personas que la acompaña en todo esta romería y reciben el nombre de “esclavos de la santa”, son los encargados de cantarle los romances en cada velorio que le celebran. Entre los “esclavos” más antiguos de que se tenga noticia estaba Segundo Rivas (80 años en el 2004), luego fue sustituido por los hermanos Rubén, Fabián, Onofre, Alfonso Victorino y Abraham Quintero, oriundos de Las Mesitas. Después de las romerías, la imagen es llevada nuevamente a su lugar de origen el 6 ó 7 de julio.
Al parecer, la romería de Santa Rosalía por lugares fuera de su iglesia es muy antigua, no así el traslado hasta La Culata que data de la década de los años setenta, aproximadamente. Ramón Montoya, uno de los informantes me dice que en 1965, más o menos, presenció la ceremonia de una romería de Santa Rosalía cuando llegó a casa de su abuelo Eusebio Montoya, ubicada en la parte baja de Los Haticos, parroquia Las Piedras, municipio Cardenal Quintero. Dice que llegaron como cuarenta personas, traían becerros, ovejas, chivos y otros animales, antes de entrar a la casa hicieron la venia, que consistía en una especie de danza ejecutada por mujeres vestidas de negro, con un velo que les cubría la cabeza, al compás de la música de un conjunto de cuerdas conformado por un cuatro y dos violines. De la puerta de entrada a la casa salían dos hileras de velas encendidas para darle la bienvenida. La estampa de la imagen de la virgen estaba en un nicho, sujetado al cuello de un hombre por una correa, quien movía la imagen con sus dos manos al compás de la música. También observó a varios hombres con correas que le cruzaban el pecho a manera de cananas y unas fajas con flecaduras al estilo de los llamados faldones o delantales de hilo que utilizan los giros de san Benito.
Después de los actos previos descritos, entraban la imagen a la casa, se comenzaba el rosario cantado, luego se volvía a danzar y así pasaban toda la noche y el día siguiente, a veces la celebración duraba varios días. Los acompañantes o esclavos comían y dormían en la casa, denominada posada, mientras permaneciera allí la imagen.
Fabián Quintero, otro informante, nos suministra los versos que le cantaron en la entrada a la capilla, nos manifiesta que antes los cantaba a dúo con Agustín
Santiago, pero al morir éste ahora lo hace solo. Los versos son los siguientes:

A su puerta ha llegado
hoy vuestra madre abogada
a hacerle una visita
porque ha sido acostumbrada.

Yo soy Santa Rosalía
que anda por estos caminos
recaudando una limosna
entre todos los vecinos.

A los amos de esta casa
yo les he mandado a avisar
que me preparen posada
porque quiero descansar.

De mi templo me han sacado
con esclavo y romería
recogiendo una limosna
para una misa en mi día.

Yo soy Santa Rosalía
que les ha venido a ver
acompañada de arcángeles
San Miguel y San Rafael.

El que me diera limosna
démela con devoción
para la hora de su muerte
le daré la salvación.

Alabar a Dios
hoy en este día
van a venerar
a Santa Rosalía.

Alabar a Dios
en primer lugar
cójanla en los brazos
llévenla al altar.

Pero, además de las fiestas de San Juan y Santa Rosalía en La Culata, la presencia de San Benito también se hizo presente por algún tiempo, tal como se reseñó en una entrega anterior.

Rafael Ramón Santiago
Cronista Oficial del Municipio Pueblo Llano