domingo, 28 de enero de 2018

Patrimonio Construido: Templos y Capillas.


Capilla de La Virgen del Carmen en El Fraile


Santa María del Monte Carmelo, referida comúnmente como Virgen del Carmen o Nuestra Señora del Carmen, es una de las diversas advocaciones de la
Virgen María. Su denominación procede del llamado Monte Carmelo en Israel, un nombre que deriva de la palabra Karmel o Al-Karem y que se podría traducir como ‘jardín'. Existe hoy en día activas órdenes carmelitas repartidas por todo el mundo, masculinas y femeninas, las cuales giran en torno a esta figura mariana.
La devoción por la Virgen del Carmen en Pueblo Llano es tan antigua como la de la Virgen de Chiquinquirá, pues en el testamento de Bachiller Victorino Miguel Calderón de la Barca, quien falleció en 1717, manifiesta que se encuentra entre sus bienes, además de una imagen de la Virgen de Chiquinquirá, dos láminas de Nuestra Señora del Carmen y una imagen de San Antonio, de bulto.
No hemos encontrado otras referencias que indiquen una celebración especial, a parte de la misa, durante el día consagrado a esta advocación de la Virgen. Por referencias orales sabemos que siempre se ha conservado su imagen en cada hogar del municipio para alumbrarle en momentos difícil, particularmente cuando se acerca la hora de la muerte de un familiar.
Pero, la devoción por la Virgen del Carmen en Pueblo Llano se ha venido incrementando en los últimos años de una manera sorprendente. Esto viene ocurriendo cada 16 de julio, día consagrado para su fiesta, y todo se debe a partir de un accidente de tránsito ocurrido al señor David Rivas por allá en el año 1965 o
1966 en el sitio denominado Santa Filomena, en el sector El Fraile.  El señor Rivas bajaba con un camión cargado de sacos de papas y en un descuido, al intentar tomar una curva muy pronunciada, se precipitó por un barranco, en el primer impacto el conductor salió expelido del vehículo y quedó acostado en una zanja, en ese momento de angustia invocó a la Virgen del Carmen, patrona de los choferes, el pesado camión le pasó por encima, pero como él estaba incrustado en la zanja no le ocurrió ningún daño. En gratitud de tan espectacular milagro construyó un pequeño monumento en el lugar donde colocó una imagen de la Virgen, posteriormente lo fue modificando hasta convertirlo en una pequeña capilla. Tiene en la actualidad, en  la  fachada,  una puerta principal arqueada, con dos falsas torres y dos ventanas verticales, el techo es a dos aguas, cubierto de teja asfáltica y  solo tiene capacidad para albergar la imagen de la Virgen y a unos pocos feligreses porque en el sitio no hay espacio suficiente para construir un templo de mayor amplitud.
El señor David también ofreció una misa cada 16 de julio en el lugar del accidente, después de la que se celebra en la iglesia. Durante los primeros años bajaba él a la celebración  en su vehículo con el cura, sus familiares y unos cuantos amigos más, pero, con el transcurrir del tiempo el número de vehículos se fue incrementando hasta tal punto que este día casi todo el parque automotor del municipio asiste a la caravana y a la misa. Allí se bendicen a los choferes, a los vehículos y las motos, tal como se hace con los bueyes el día San Isidro.

Rafael Ramón Santiago´
Cronista Oficial del Municipio Pueblo Llano

sábado, 20 de enero de 2018

Manifestaciones Colectivas



ARTILLEROS DE SAN BENITO  DE “EL CEDRO”

Los devotos de San Benito en Mucuchíes ubican el origen de su tradición el día 2 de julio de 1813 con motivo de la batalla de Niquitao en el estado Trujillo durante la Campaña Admirable dirigida por el Libertador Simón Bolívar. Reza la tradición  que un numerosos grupo de indígenas de Mucuchíes y otros pueblos del páramo merideño se encontraban participando en el  combate, al verse casi al borde de la derrota le pidieron a San Benito con mucha devoción  que los protegiera y peleara de su lado para derrotar al enemigo, entonces, en medio del fragor de la batalla, vieron al santo negro empuñando un trabuco para darle la victoria al ejército Patriota como efectivamente ocurrió.
El origen bélico de la devoción llevó a que varios grupos de ese municipio se organizaran para rendirle culto al santo no solamente danzando, sino, además,  tiñéndose la cara de negrumo y haciendo detonaciones con un chopo o trabuco cargado con pólvora.   
Esta manera vistosa, atrevida y peligrosa de rendirle culto a San Benito fue adoptada en Pueblo Llano el año 2009 con la conformación del grupo denominado Trabuqueros de San Benito de El Cedro.
La primera presentación se realizó el 02 de enero de 2010, en esa oportunidad el señor Elpidio Santiago, oriundo de Mucuchíes y con una larga experiencia en la conformación de grupos similares, nos informó que él era el encargado de entrenar y dirigir las actividades del novel grupo, pues debido a lo peligroso que resulta la manipulación de la pólvora y la  detonación de los trabucos, era muy importante contar con gente experimentada en el manejo de este tipo de arma.
El informante también acotó que los trabucos eran fabricados por el señor Octaviano Espinoza, oriundo del caserío Mitibibó ubicado en el Municipio Rangel del estado Mérida.
Para el año de su debut, el grupo contaba en sus filas con 25 o 30 integrantes conformado por adultos y niños, cada uno tenía la cara teñida de negrumo,  llevaba un trabuco en la mano, una cantimplora llena de pólvora (con excepción de los niños) e iba vestido con sombrero de cogollo, camisa azul, pantalón negro, capa roja y botas.
La Asociación Civil de San Benito de Pueblo Llano nos suministró la lista de los fundadores del grupo, ellos fueron: Jacinto Placido Briceño,  José Miguel Briceño Santiago,   Jonathan Rogelio Salazar, Cesar Omar Rondón Santiago,  Alpidio Santiago,  Jeny  Santiago y  Jehan Carlos Rondón.
En los años subsiguientes la agrupación ha seguido desfilando cada dos de enero y en otras ocasiones, en el 2018 también presentaron la denominada mini-marcha de los Trabuqueros, conformada solo por niños.

Informantes: Elpidio Santiago, 2009.
Asociación Civil San Benito de Pueblo Llano, 2017.

miércoles, 17 de enero de 2018

Personajes de Pueblo Llano


                                               Manuel Acevedo Mesa

Los orígenes del apellido Acevedo que llegó a Pueblo Llano se ubican en el siglo XIX en la bella ciudad colombiana de Tunja, capital del Departamento de Boyacá, en el hogar de Miguel Acevedo y Damiana Mesa. Un hijo de ellos, Manuel Acevedo Mesa, es reclutado por el ejército de Bolívar, en 1813, para reconquistar la República de Venezuela que se había perdido en 1812. Manuel era casi un niño, contaba con alrededor de trece años cuando fue alistado en la infantería, formaba parte de la retaguardia que comandaba José Félix Ribas.
            Félix Ribas fue comisionado por Bolívar a la población de Las Piedras para enfrentar al comandante realista  Tízcar, que pretendía sorprenderlo por esa zona. Llegaron al lugar el 25 o 26 de junio de 1813. Manuel Acevedo Mesa ya venía enfermo, exhausto de tanto caminar y pasar hambre y necesidades debido a su corta edad. Cuando Ribas ordena levantar el campamento y continuar, el joven no puede seguir y queda en el lugar junto con otro soldado de su misma edad, natural del pueblo de Chiquinquirá, vecino de Vélez, también de la Nueva Granada, de nombre Fernando Ortiz Pinzón.
            Después de recuperarse y adaptarse al lugar, a los pocos años Manuel Acevedo contrae nupcias con la pueblollanera Ignacia Alarcón, hija de Pedro Alarcón y Teresa Paredes. Tuvieron a María de la Ascensión, Mateo, Cruz, María Juana y María Concepción Acevedo Alarcón.
Manuel Acevedo ejerció en Pueblo Llano labores agrícolas y de cría y construyó una casa de tejas frente a la plaza, donde hoy queda la Alcaldía. Junto con su paisano Fernando Ortiz, fueron los primeros en el pueblo en construir viviendas con techos de tejas, como para recordar los lugares de donde habían venido.
Manuel Acevedo Mesa, soldado de Bolívar, murió el 19 de abril de 1857, además de la herencia a sus hijos dejó 50 pesos para la Cofradía de la Inmaculada Concepción y otros cincuenta para repartirlos entre los pobres.
            Una de sus hijas, María Concepción Acevedo Alarcón, fue madre de Francisco, María, Ciriaco y José de La Cruz, luego casó en 1858 con Tomás Rondón y fueron padres de Felipe, Teresa, Geralda y José Reyes Rondón Acevedo.
            Aunque no ha sido muy prolífica la familia Acevedo en Pueblo Llano siempre ha participado en el quehacer del municipio y ha contribuido en su engrandecimiento.
Rafael Ramón Santiago
Cronista Oficial del Municipio Pueblo Llano