CAPILLA DE SAN JUAN BAUTISTA EN LA CULATA
Los
orígenes sobre la capilla de La Culata los relata el señor Hermes de Jesús
Santiago Santiago, hijo de la señora Juana Rosa Santiago, oriunda del caserío
La Culata. Al respecto nos dice: “…Yo
recuerdo que la imagen de San Benito que se veneraba en La Culata estaba
colocada en un nicho amarillo de unos 40 cm de alto por 30 cm de ancho. Para
ese momento yo tenía unos 12 años (1960). Esa imagen de San Benito y otra de
Santa Rosalía las traían para mi casa en el pueblo el día miércoles, antes del
jueves de Corpus Cristi. Una señora de nombre Benigna Jerez se encargaba de
hacer la comida para repartirla a los asistentes. Luego, las imágenes eran
llevaban a la iglesia para la misa de Corpus Cristi y luego para la procesión.
A Santa Rosalía la dejaban en la iglesia y a San Benito se lo llevaba para La
Culata el señor Pedro Briceño.
Mi papá, Manuel Santiago Díaz, hizo
una reunión en La Culata, en 1949, en la
casa del señor Manuel Albarrán, para proponer que se construyera una capilla a
San Benito, él se comprometió a hacer el documento para la adquisición del
terreno, los asistentes aceptaron y el padre Pedro Hidalgo dio el respectivo
permiso. Enseguida nombraron una junta, presidida por Pedro Briceño, para
recoger los fondos para la construcción.
La capilla en cuestión la
construyeron de paredes de bahareque, después Enemesio Jerez, conocido como el
mecho, Pedro Jerez y Pedro Briceño consiguieron en la Junta Comunal del
Municipio algunas láminas de zinc para colocarle el techo. La madera fue traída
de la montaña de La Aguada por un tío mío llamado Pedro Custodio Santiago...”.
El 14 de
noviembre de 1951, el Pbro. Pedro Hidalgo Rodríguez escribía en el Libro 2º de
Gobierno de la Parroquia Las Piedras: ...se construyó una capilla en
el caserío La Culata con (un costo de) 2.000 bolívares...
Continúa
la narración el señor Hermes de Jesús Santiago: “La primera imagen de San Benito la hizo Eusebio Rondón del caserío El
Molino, Miyoy, tendría unos 80 centímetros
de alto, estaba colocado en una mesa con dos arcos, fue elaborada por encargo
de mi papá. La imagen la llevaban a la casa de Filomena (la Chomena) Jerez y allí le hacían
un velorio junto con Santa Rosalía. Los integrantes de la Locaina y los giros
de San Benito iban hasta allá, a pie, para cantarles el rosario.
Aquellas fiestas en La Culata eran
muy bonitas. Los habitantes del lugar colocaban quioscos para vender comidas y
bebidas. La primera venta que uno se
encontraba era la de una señora llamada Oliva, esposa de don Trino, ella vendía
hallacas, empanadas y guarapo, más adelante estaba otro quiosco donde vendían
frutas y enseguida, también había un señor que vendía miche que cargaba en un
costal. La fiesta duraba tres días.
Chuy y Otoniel eran los encargados
de buscar al padre Hidalgo el 24 de junio, venían a vender leña al pueblo y
cuando descargaban las bestias el padre se montaba en una de ellas, sobre una
enjalma, y con una sombrilla en una mano y las riendas de la bestia en la otra,
iba subiendo poco a poco para llegar a celebrar la misa. Cuando el padre
llegaba a La Culata, Pedro Briceño era el encargado de recibirlo con un
discurso.
En realidad, la capilla fue hecha en
honor a San Benito pero la fiesta se realizaba el 24 de junio día de San Juan,
ahora no se adora a San Benito, no sé por qué, la capilla la asignaron a San
Juan y las fiestas se denominan de San Juan y Santa Rosalía.
Como la primera capilla
estaba construida con barro negro era muy medrosa (muy oscura), entonces la
tumbaron y Manuel Albarrán hizo las gestiones para construir una con paredes de
bloques que fue la que estuvo hasta hace poco, luego sufrió otra reparación y cuando Antonio Santiago fue
alcalde del Municipio la remodelaron completamente, ahora tiene sacristía,
baños y es más amplia”.
Informante: Hermes de Jesús Santiago
Santiago, 68 años. Pueblo Llano, 25 de junio de 2016.
Hermes de Jesús Santiago Santiago