jueves, 9 de septiembre de 2021

Manifestaciones Colectivas. Juegos Tradicionaes (Segunda Parte)


Juegos Tradicionales (Segunda Parte).

 

El palo encebado y el cochino engrasado. Son dos juegos muy comunes en Venezuela, particularmente en las fiestas patronales o en las ferias de los pueblos. Juegos que tienden a desaparecer aceleradamente. En Pueblo Llano no eran muy frecuentes estos entretenmientos, solo se hacía para la fiesta del patrón, la Santísima Trinidad, y eso ocurrió en pocas ocasiones.

Piñata en olla de barro. Al igual que los juegos anteriores, solo se hacían en las fiestas patronales, el procedimiento para romperla era el mismo que en las piñatas tradicionales de cumpleaños. Solo recuerdo haberla visto una vez en Pueblo Llano.

El runche. Conocido en otros lugares como gurrufío era construido por los propios niños con tapas o chapas de refresco, se golpeaba hasta darle forma de disco, luego se frotaba en una acera para que cogiera filo, se le hacían dos perforaciones en el centro por donde se le pasaba un hilo de pabilo de un metro de largo, más o menos, y luego se unían las puntas. Se le daba vuelta en forma de torque con las dos manos hasta que tomaba un movimiento independiente, luego se halaba, como quien toca un acordeón, para que no dejara de moverse. Acto seguido, venían las peleas con los runches donde dos contrincantes se lanzaban los objetos con el propósito de cortar el hilo del otro, el que lograba hacerlo era el ganador. Al quedar el runche suelto, dando vueltas, era sumamente peligroso, en varias oportunidades salían niños con cortaduras en las manos, brazos e inclusive en la cara.

            En la escuela las maestras los decomisaban, pero como era tan fácil elaborarlos la medida no causaba ningún enojo.

            Algunos más osados los construían con la tapa de un jugo o la de una lata de leche que tenían un diámetro muy superior, aquellos eran enormes y sumamente peligrosos.

            Como todos estos juegos, solo se practicaban durante una temporada, al ir pasando la euforia los niños los abandonaban y las maestras descansaban.

Carambola. Se conoce en otros sitios como perinola o emboque. Se trata de un trozo de madera cilíndrico, ahuecado en el centro, unido con un hilo a otro trozo alargado, cilíndrico que entra perfectamente en el hueco del anterior. Con un movimiento de la mano se logra introducir el segundo en el primero y a esto se denomina carambola. Si se levanta o se saca con la uña del pulgar y se vuelve a introducir se denomina doble carambola, el competidor que más veces logre introducirla es el ganador.

            Los niños que no tenían dinero para comprarse una carambola la construían con carruzo o con latas de leche condensada, el efecto era el mismo, pero quedaban con la satisfacción de haberlas construido con sus manos.

Cometas. Conocidas también como papagayos, zamuras, barrilete, entre otros nombres, eran construidas por los propios niños, generalmente la forma que tenían era la de un pentágono. Su elaboración era todo un proceso: buscaban los carruzos secos, los abrían, sacaban los trozos delgados, dos grandes y uno más pequeño, quitaban los nodos con un cuchillo, los unían con un cordel por el centro y luego lo pasaban por cada punta para darle la forma de pentágono. Seguidamente,  le colocaba papel de seda, lo pegaban con engrudo o con el líquido que bota el zapallo tierno al pincharlo, le colocaban un rabo con trapos viejos para evitar la rotación y sujetada con un largo pabilo finalmente la echaba a volar.

            La temporada fija para elevar las cometas eran los meses de junio y julio, se competía para ver quien la llevaba más alto y más lejos. También se le colocaba un papel en el hilo, a manera de carta, y el viento lo iba llevando hasta que llegaba a la estructura, en otra oportunidad se incrustaban hojillas en las cometas y se competía para ver quien cortaba la cuerda del contrario, cuestión que era muy difícil.

Flechas. Conocida en otros lugares como cauchera o china era muy sencilla de fabricar. Se buscaba en la montaña un palo que tuviera la forma de Y denominado horqueta, se le amarraban dos cauchos, sacados de la tripa de la llanta de vehículo y en el otro extremo se colocaba un trozo de cuero rectangular sacado de un zapato viejo. Colocándole  una piedra en el cuero y estirando los cauchos se podía enviar el proyectil a varios metros de distancia, generalmente las utilizaban para matar pájaros. También las decomisaban en las escuelas por el peligro que representaban y  su utilización contra la fauna indefensa.

Derribadores. Era un juego muy violento que solo se practicaba en los recreos. La Escuela Foción Febres Cordero tenía un amplio patio y lugares con grama abundante, en este último era donde se hacía la broma que describiremos. El juego en cuestión al parecer es de larga data, pues se realizaba en Grecia y se denominaba eversores, San Agustín de Hipona lo describía de la siguiente manera: “…costumbre ateniense con que los iniciados a la docta Atenas llegaban para comenzar sus estudios. La palabra eversores (derribadores) parece dar a entender que esta broma vejatoria consistía en ponerse uno de los estudiantes en cuclillas detrás del escolar novato, mientras estaba en conversación con otro, quien con un empellón súbito lo hacía caer encima del escolar agachado….” Ni más ni menos, este era el método que se practicaba en Pueblo Llano.

Rafael Ramón Santiago

Cronista Oficial del Municipio Pueblo Llano


 

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