domingo, 29 de enero de 2023



 

ELEVACION DEL TEMPLO SANTISIMA TRINIDAD DE PUEBLO LLANO A SANTUARIO DIOCESANO.

 

            El pasado 27 de diciembre de 2022 fue un día memorable para la feligresía de Pueblo Llano, pues, en un solemne y emotivo acto se llevó a cabo la elevación del templo Santísima Trinidad de Pueblo Llano a la categoría de Santuario Diocesano, en el marco de cuatro celebraciones importantes: los 250 años de la creación de la parroquia eclesiástica o curato, los 25 años de la reinauguración y consagración del templo y los 20 años de la llegada de la Orden de Frailes Menores Conventuales a la parroquia. De igual manera se incluyó la celebración del año jubilar de la creación de la Arquidiócesis de Mérida, que cumplirá 100 años el próximo 11 de junio de 2023.

Ante tales acontecimientos, es necesario hacer un rápido recuento de los orígenes de las celebraciones aludidas.

Con respecto a los 250 años de la creación de la Parroquia Eclesiástica o Curato, tenemos que, durante el siglo XVIII se produce la secularización de las doctrinas y la conversión de templos doctrineros en iglesias parroquiales, se decreta la extinción jurídica de los pueblos de indios y su transformación en parroquias de blancos y mestizos.

            Tal como lo apunta la doctora Edda Samudio: “…una serie de cédulas reales determinaba la fundación de parroquias. En el Nuevo Reino de Granada, una del 18 de octubre de 1764 determinaba que se establecieran curatos en cada uno de los pueblos que estaban a más de cuatro leguas de distancia de la cabecera y que carecían de ese auxilio. No tardaron, algunas vecindades de los pueblos de indios, en solicitar la elevación de sus iglesias doctrineras a parroquias, con lo cual dejaban esa condición y adquirían la jerarquía de parroquia, importante entidad de la administración eclesiástica...”1.

Para estos cambios no se había determinado el número de feligreses que debía tener una comunidad para constituirse en parroquia, solo se exigía que fuera una población estable, ya que este elemento constitutivo dependía, a su vez, de otros factores, como era la topografía del lugar, la cercanía de otras parroquias y la posibilidad de que las rentas fuesen suficientes para mantener al cura.

Otro elemento lo constituía el territorio, entendido como la extensión geográfica delimitada sobre la cual ejercía su competencia el párroco. Fue en el Concilio de Trento donde se estableció que las parroquias deberían tener límites propios, por cuanto que no existía una verdadera definición de las mismas en relación a territorio y feligresía 2.

Para 1772 Pueblo Llano llenaba todos los requisitos arriba exigidos y gracias a las gestiones del párroco Doctor Pedro Ángel de Angulo se elevó a la categoría de parroquia, constituyéndose así en la Parroquia o Curato de la Santísima Trinidad.

 Sobre el año de fundación de la parroquia y los límites de la misma, informaba el sacerdote Francisco Higuera en 1909. Decía el prelado que fue fundada en 1772 y se encontraba situada bajo la siguiente demarcación: “...partiendo del sitio denominado Sta. Filomena, línea recta al río de Pueblo Llano aguas arriba hasta el zanjón denominado Chinoíto y por éste arriba a buscar el alto de El Magino y de aquí por las cumbres de la Cordillera, hasta el Llano Corredor partiendo límites por este lado con la parroquia Las Piedras, luego se sigue la misma cordillera hasta el alto del Arenal, de este alto al de Durí y de este punto, siguiendo las cumbres de la Cordillera, a buscar el alto de la Estrella partiendo límites hasta aquí sucesivamente con las parroquias General Ribas, Jajó y La Mesa, del estado Trujillo; y continuando la línea que pasando por el Morro de Masirey limita por este lado con la parroquia de Santo Domingo y va a terminar en el sitio Santa Filomena punto de partida...” 3.

Como se puede apreciar, los límites de la nueva parroquia eclesiástica se extendían más allá de lo que era el resguardo de los indígenas de Pueblo Llano, establecido en 1678 y protocolizado en 1694, por lo que, gran parte de los habitantes de las Piedras pasaban a formar parte de la feligresía de Pueblo Llano. Esto causó grandes resquemores a los habitantes de Las Piedras, pues de ahora en adelante estaban obligados a contribuir con estipendios y limosnas para la nueva parroquia, a lo que éstos eran bastante reacios. Además de lo antes señalado, no sabemos hasta ahora qué otro conflicto similar se generó a raíz de esta decisión, pues, a partir de 1772 no se siguieron llevando las anotaciones en los libros de las cofradías y el primer libro de bautismos de Pueblo Llano que aún se conserva comienza sus anotaciones dos años después, en 1774. Todos los libros parroquiales de este año hacia atrás están perdidos.

Tal como ya se indicó, el proceso de la secularización de la doctrina de Pueblo Llano, es decir, la conversión de templo de doctrina en iglesia parroquial o curato ocurrió siendo sacerdote el Presbítero Doctor Pedro Ángel de Angulo y Briceño quien era cura propio y vicario de la Parroquia Santísima Trinidad de Pueblo Llano desde el 30 de enero de 1764 hasta el 07 de agosto de 1785, era hijo de don Basilio de Angulo y doña Francisca Briceño del Toro, vecinos de la parroquia de Ejido.

Sobre la labor del Sacerdote Pedro Ángel de Angulo y Briceño en Pueblo Llano tenemos la declaración de don Josef Lacunza, quien era Teniente de Gobernador Justicia Mayor de la ciudad de Mérida y Administrador de la Real Hacienda y Correos. Al respecto dice: “Certifico que hace quince años que conozco al señor Doctor Don Pedro Ángel de Angulo ejerciendo los Ministerios de cura y vicario juez eclesiástico en el pueblo y feligresía de la Santísima Trinidad de Pueblo Llano (en cuyo territorio fui vecino por más de ocho años) en los cuales le vi y observé que cumplía con la más celosa exactitud vigilando y haciendo que se honrase a Dios, procurando impedir los pecados públicos con la más generosa rectitud, distribuyendo todos los días festivos la semilla de la palabra evangélica a sus feligreses e instruyéndolos diariamente en los demás, y Doctrina de Nuestra Santa  religión ya públicamente en la iglesia, y ya en particular en su casa a los que necesitaban más de instrucción; y últimamente que ha sido muy asistente en su curato y que nunca se ha escusado ni porque sea de noche, ni porque haga mal tiempo a ocurrir al remedio espiritual y temporal de los necesitados en el campo o en el mismo pueblo, administrándoles puntualmente los Santos Sacramentos y ayudándoles a los moribundos a lograr buena muerte; que con su eficaz esfuerzo buen modo y genio ha civilizado a los naturales de aquel pueblo a un estado que no se experimenta en ninguno de los otros pueblos de esta jurisdicción, haciendo que perfectamente hablen el idioma castellano y que clara y distintamente recen y entiendan la Doctrina Cristiana, dándoles a conocer al mismo tiempo su mayor alivio y adelantamiento de sus tratos y negociaciones; que a expensas de su propio peculio y buena persuasión ha hecho que aquellos naturales y vecinos se hayan dedicado con bastante esmero al cultivo de sus tierras enseñándoles el modo y el tiempo en que deben sembrar sus semillas, supliéndoles éstas a los que ha habido menester con cuyo auxilio se ve en el día aquel vecindario en un estado de comodidad regular y muy superior al que más antes que fuese cura el citado señor Doctor Angulo se veía que su caridad con todos y especialmente para con los pobres necesitados ha sido y es muy visible entre sus feligreses tratando a todos con la más benigna urbanidad y atención y buen modo le ha granjeado la estimación y veneración de todos; que hizo fabricar iglesia nueva, cubierta de teja (que antes era de paja) por la mayor parte a su costa, pagando de su propio peculio los oficiales que se emplearon y aliviarlos a los mismos naturales que trabajaron en ella con perdonarles las demoras que le tocaban por su estipendio, y que además de esto ha adelantado también la ornamentación de dicha iglesia a costa de su propio peculio y por ser toda verdad doy la presente en Mérida a los quince días del mes de diciembre de mil setecientos ochenta y tres años. Pedro Josef Lacunza4.

Otro de los eventos que se conmemoró el 27 de diciembre de 2022 fue la inauguración y consagración del templo actual, hecho ocurrido el 27 de diciembre de 1997. Aquel día estuvimos reunidos en este recinto para participar en el acto de inauguración y consagración del templo que se reconstruyó casi en su totalidad en 1997, con excepción de la torre izquierda, como se mira a su frontis. Aquel fue un acto inolvidable, revestido de fe, regocijo, alegría y satisfacción por haber culminado la obra y estar en presencia de un nuevo templo, más espacioso, refulgente, pulcro y que de inmediato, voces agradecidas, le “indilgaron un calificativo de emoción católica al llamarlo ahora ‘la pequeña catedral del páramo”1, como referían los diarios merideños dos días después. 

             Al trascendental acto religioso acudieron, como ríos de agua viva, todos los feligreses del municipio y zonas aledañas. El mismo estuvo oficiado por monseñor Baltazar Enrique Porras Cardozo, arzobispo Metropolitano de Mérida, acompañado de una nutrida presencia del clero merideño. También se hicieron presentes, el gobernador del estado Mérida Dr. William Dávila Barrios; el ingeniero Rómulo Gutiérrez, director de Mindur; representantes de organismos nacionales; directores del tren ejecutivo regional; el alcalde del municipio señor Rosalino Quintero; concejales y demás fuerzas vivas de la entidad. Acudieron, de igual manera, invitados especiales, entre quienes se destacaron el ingeniero Juan Pedro del Moral, ex director del MTC y el ingeniero Lubín Díaz Rodríguez, presidente del parlamento merideño.

             La concurrencia de la feligresía fue tan masiva que, a pesar de la ampliación del nuevo templo, una gran cantidad de personas no pudieron entrar al mismo por estar completamente lleno. Luego del protocolar corte de cinta inaugural a la entrada del recinto sagrado, monseñor Porras en su homilía agradeció al gobernador y demás entes oficiales que colaboraron en la construcción de la obra. Por su parte, el gobernador hizo referencia particular a la mancomunidad de esfuerzos que demostró la efectividad en la nueva iglesia.

            El anfitrión de esta gran fiesta religiosa fue, sin lugar a dudas, el Pbro. Luis Enrique Bejarano, quien con valentía y decisión se había echado a sus hombros la enorme responsabilidad de derrumbar el templo y volver a levantarlo, liderando la voluntad y el entusiasmo de los pueblollaneros, quienes a través de cayapas y contribuciones monetarias supieron responder a su llamado, sin olvidar el aporte de la curia merideña y algunos entes estatales.

             Los diarios merideños hacían referencia del acto de la siguiente manera:

            “Concluida la ceremonia religiosa, el gobernador del estado Mérida enalteció el encomiable apostolado del párroco Luis Enrique Bejarano, profundamente vinculado a la idiosincrasia del páramo merideño en sus diecisiete años de servicio pastoral entre Tabay y Pueblo Llano. Estos razonamientos le hicieron acreedor a la orden ‘16 de septiembre’ en su primera clase. Asimismo, el presidente de la Asamblea Legislativa, Lubín Díaz, le distinguió con la orden ‘Tulio Febres Cordero’ en méritos a su dilatada obra comunitaria.

            Por su parte, la alcaldía de Pueblo Llano acordó distinguir con su máxima presea de reconocimiento la gestión conjunta y mancomunada de la Gobernación y Arquidiócesis de Mérida. La Orden Municipal ‘Agricultores de Pueblo Llano’ le fue conferida al doctor William Dávila Barrios y a monseñor Baltazar Porras Cardozo” 5.

La tercera fecha que también debemos recordar y celebrar con alegría y gratitud es la llegada de la Orden de los Franciscanos Menores Conventuales a Pueblo Llano hace ya 20 años. Se hicieron cargo de la parroquia el 27 de octubre de 2002 con un acto solemne donde estuvieron presentes el arzobispo Metropolitano de Mérida Monseñor Baltasar Porras Cardozo; Fray Guiseppe Premontese, Ministro Provincial de Puglia, Italia; Germano Moliterni, Rector del Seminario Misionero Franciscano de Palmira, estado Táchira y José Antonio Cristancho, Guardián del Convento Franciscano de Guanare, estado Portuguesa. Asistió también el señor alcalde del Municipio, Ingeniero Forestal Antonio Santiago y demás autoridades del Concejo Municipal, así como los grupos folklóricos del lugar.

El primer Capítulo de esta comunidad religiosa se realizó el 26 de octubre del 2002 con la presencia del Ministro Guardián y Maestro de Novicios Fray Pedro Buonamasa, el nuevo párroco Fray Alexander Carrillo, el ecónomo Fray Pedro Briceño de Barinas, quienes, de esta manera, se constituyeron como los padres fundadores del nuevo convento.

De allí en adelante, los prelados que han fungido como párrocos son: Fray Alexander Carrillo (2002-2008), Fray Nixon Pérez (2008-2010), Fray Alirio Molina (2010-2015), Fray Evelio Carvajal (2015-2020) y en la actualidad Fray José Luis Avendaño Monsalve.

Volviendo a la actividad del 27 de diciembre de 2022 hay que acotar que el día anterior se llevó a cabo una actividad festiva a modo de antesala a la celebración religiosa. Levantaron una tarima frente a la plaza Bolívar para presentar varios artistas y grupos locales. El acto se abrió con las palabras de Fray José Luis Avendaño Monsalve donde hizo un recuento de las actividades y trabajos realizados en el templo y la solemnidad que implicaba la elevación a Santuario del mismo. Seguidamente, se presentó un grupo de arpa cuatro y maracas, donde sobresalió el niño Erwin Rangel interpretando magistralmente el arpa y cantando además algunas canciones compuestas por su tío Antonio González, quien también participó cantando, así como su padre Israel Rangel. Concurrieron asimismo al encuentro las danzas del Ateneo, la Academia de Danzas Manaquí, un grupo de gimnasia infantil, el conjunto de gaitas Bulevar Gaitero, el grupo de teatro de comedia La Carcajada de Pedro Meza, los guitarristas Jesús Becerra y Rubén Rondón, finalizando el evento con el grupo Explosión Bailable. La temperatura estuvo muy baja aquella noche y pocos asistentes lograron permanecer hasta el final.

El 27 de diciembre, en horas de la mañana, la feligresía se congregó en la entrada del pueblo para recibir al Cardenal Baltasar Enrique Porras Cardozo y la comitiva que lo acompañaba, allí estaban presentes las autoridades municipales y religiosas, los grupos apostólicos como los socios de la Virgen del Carmen, Los Cursillistas, los socios de la Chiquinquirá, las cofradías de San Isidro y La Trinidad, entre otras. No podía dejar de estar presente los grupos folklóricos religiosos Locainas del Niño Jesús que su tradicional baile del espuntón ha recibido a las autoridades religiosas durante siglos y los coloridos grupos de San Benito que con sus bailes y tambores dieron un mayor resplandor al evento.

Ya en la iglesia, la ceremonia solemne comenzó con la lectura del Decreto de elevación del templo Santísima Trinidad de Pueblo Llano a Santuario Diocesano y la designación del párroco Fray José Luis Avendaño Monsalve como su primer Rector. Seguidamente se realizó la ordenación de los diáconos Gabriel Alarcón y Victoriano Berbesí. Acto seguido, se procedió a la institución de once ministras extraordinarias de la comunión. El tercer evento trascendental fue la entrega de una reliquia de segundo grado de San Isidro a un grupo de custodios con motivo de los 400 años de la elevación a los altares del santo madrileño junto con San Ignacio de Loyola y Santa Teresa de Ávila. También, durante la actividad, el Cardenal cantó y promocionó un CD con varias canciones sobre la familia.

El periodista de la Arquidiócesis de Mérida, Licenciado Freddy Criollo Villalobos, reseñó el evento de la siguiente manera:

“Templo Parroquial Santísima Trinidad de Pueblo Llano fue elevado a Santuario.

En solemne ceremonia presidida por el Cardenal Baltazar Enrique Porras Cardozo, este 27 de diciembre fue elevada a Santuario Diocesano la Iglesia Santísima Trinidad de Pueblo Llano.

La devoción a la Santísima Trinidad, patrono de esa comunidad, constituye uno de los tesoros más apreciados por los católicos de esa población del páramo merideño.

Pueblo Llano y las aldeas circunvecinas salieron a sus calles llenos de fe, devoción cristiana, con mucho colorido y alegría, para celebrar tan importante acontecimiento que comenzó con el recibimiento que tuvo el cardenal Baltazar Porras por parte del párroco, autoridades civiles y un pueblo organizado que desfilo mostrando sus principales tradiciones populares y religiosas.

Fray José Luis Avendaño Monsalve, de la orden “Frailes Menores Conventuales”, párroco de Pueblo Llano y ahora Rector del Santuario manifestó su gozo por la medida tomada por la Arquidiócesis de Mérida, que se unió a la ordenación de dos laicos de esa comunidad y a la institución de once ministras extraordinarias de la comunión.

Otro hecho importante y de mucho jubilo para esta comunidad dedicada a la agricultura, fue recibir de manera solemne, en la misma ceremonia, la Reliquia de San Isidro Labrador.

Finalizó diciendo el Rector del Santuario Diocesano de la Iglesia de la Santísima Trinidad de Pueblo Llano que desde ahora en adelante ese santuario estaría abierto a la Misericordia y a las personas que quieran visitarlo para un momento de espiritualidad y encuentro con Dios padre, Dios Hijo y Dios Espíritu Santo”6.

Concluía de esta manera uno de los acontecimientos más importantes de los últimos tiempos para la comunidad católica de Pueblo Llano, que con alegría y júbilo celebró en el nuevo Santuario las actividades religiosas y culturales para estas fechas de comienzo de año, como son las del primer día de enero

 en honor de la Sagrada Familia, donde la agrupación folklórica local Locaina del Niño Jesús ejecuta su ceremonia que ha venido realizando durante siglos; por otra parte, el dos de enero está dedicado en esta parroquia a celebrar a San Benito, varias agrupaciones de la localidad y grupos invitados, tocan y danzan en honor al santo. Culminando el ciclo de celebraciones con una misa en honor a San Pancracio y por las almas de los miembros de la Locaina fallecidos, además del denominado “entierro de Mapolión Linares” y el “reparto de cacao”, como una de las actuaciones jocosas de la referida Locaina del Niño Jesús. 

 

 

Rafael Ramón Santiago.

Cronista Oficial del Municipio Pueblo Llano.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

  Notas:

 

(11)   Edda O. SAMUDIO. Los pueblos de indios de Mérida. Anuario de Historia Regional y de las Fronteras. Nº 2-3. Disponible en internet.

(22) Ana Hilda DUQUE. El pueblo de Ejido. En: Boletín del Archivo Arquidiocesano de Mérida. Tomo V. Enero-diciembre 1996. Nº 16. p. 169.

(33)  Archivo Arquidiocesano de Mérida. Sección 22. Curatos. Caja Nº 13.

(4 4) Archivo General de Indias. Audiencia de Caracas. Legajo 146 (1736-1785). Duplicados de gobernadores de Maracaibo. El gobernador de Maracaibo remite carta con Memorial sobre los méritos del clérigo Pedro Ángel Angulo Briceño, cura de Pueblo Llano. (46 ff). Maracaibo, 16 de noviembre de 1784. ff. 38, 39, 40.

(55)   Diario El Vigilante, lunes 29 de diciembre de 1997. p. 5. Diario Frontera, lunes 29 de diciembre de 1997. p. 2a. Mérida, Venezuela.

(66) Freddy Criollo Villalobos. Templo Parroquial Santísima Trinidad de Pueblo Llano fue elevado a Santuario. Oficina de Prensa de la Arquidiócesis de Mérida. Mérida, 28 de diciembre de 2022.

 

 

 


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