La gruta de Lourdes
Sobre
algún tramo del camino real, entre San Miguel y la entrada del pueblo, en el
trayecto que atravesaba El Potrerito, se tejía una serie de leyendas referentes
a espantos y aparecidos que asustaban a los parroquianos de todas las edades.
Se decía que por allí salía el demonio en forma de carnero, de un perro negro, de
una yegua desbocada o de cualquier otra representación maligna que ponía los
pelos de punta.
Le
correspondió al padre Ramón Lamus, --quien fue cura interino en Pueblo Llano
entre el 19 de noviembre de 1930 y el 29 de febrero de 1932-- darle un parao a
las andanzas del demonio por estos lados.
Decidieron
levantar una gruta en la entrada del pueblo donde colocaron una imagen de la
Virgen de Lourdes, debajo de una piedra grande, que tenía una mancha negra. La
piedra sonaba como un tambor y al parecer, ese era el lugar favorito donde se
escondía “la cosa mala”.
Además
de la gruta, construyeron un jardín y de los pies de la virgen salía una
pequeña fuente de agua que los feligreses recogían en potes o botellas para después
ser aplicada en alguna parte del cuerpo y poder calmar sus dolencias.
La
bendición de la imagen fue una fiesta muy solemne, participaron los alumnos de
las escuelas de hembras y varones del pueblo. Escenificaron la aparición de la
Virgen vistiendo a una niña de blanco que representaba a la virgen de Lourdes y
a otra llevando un tercio de leña en la cabeza que hacía el papel de santa
Bernardita, la campesina a la que se le apareció la madre de Cristo.
Pero, cuando el
sacerdote bendijo la gruta se sintieron dos temblores seguidos y el pánico
cundió en la gente, no obstante, el padre Lamus no se amedrantó y continuó con
la ceremonia.
De ahí en adelante, con
la presencia de la virgen, las personas podían transitar por el camino a cualquier hora del
día o de la noche sin ningún temor. La gruta era muy concurrida, allí rezaban
el rosario, colocaban velas, milagritos
y flores. Como un homenaje a la virgen, el 24 de febrero de 1961 la
municipalidad le colocó el nombre a la primera calle del pueblo, de Sur a
Norte, como calle Lourdes.
Después que llegó la
carretera al pueblo, en 1952, la gente transitaba el camino con menos
frecuencia y la devoción por la virgen de Lourdes en este lugar se fue
extinguiendo lentamente hasta desaparecer por completo.
Rafael
Ramón Santiago
Cronista
Oficial del Municipio Pueblo Llano.
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