Festividad de San Isidro
San Isidro era de origen español, de la
ciudad de Madrid, nacido en el año 1100, hijo de campesinos pobres, pero
virtuosos. La misma pobreza lo obligó, desde muy joven, a dedicarse a las rudas
faenas del campo. Ferviente católico, a pesar de la fatiga de la jornada, jamás
dejó de cumplir con los preceptos, ayunos y vigilia, de su religión.
Trabajaba Isidro para un terrateniente de
Torrelaguna, éste, en pago de los servicios prestados le permitía a sus
labriegos trabajar un trozo de tierra definido como pejugal. En alguna
oportunidad el terrateniente abrumado de chismes y de intrigas fue a indagar
por qué Isidro había obtenido tan buenas cosechas en su pejugal. El
santo, para evitar nuevas contrariedades le dijo: ...Tomad, señor, todo el
grano, yo me quedaré con la paja... Posteriormente, los pocos granos de
trigo que quedaban entre la paja se multiplicaron tanto como lo que se
había llevado el señor.
Pero, el milagro que más se recuerda del
labriego es el realizado junto a dos ángeles. Estaba él bastante mayor y Juan
de Vargas, quien lo admiraba por su honradez, lo había encargado de su fundo en
las afueras de Madrid. Al tiempo le llegaron rumores que durante el día Isidro
abandonaba por ratos el trabajo.
Intrigado Vargas, fue hasta el fundo y lo
encontró en la casa orando en silencio y al acercarse al campo vio con asombro
dos ángeles blancos que conducían los bueyes.
La devoción por este santo no se hizo esperar
en todos los pueblos de España y posteriormente, con la Conquista, en las
regiones de América. Todavía es muy común ver cada 15 de mayo en casi todos los
pueblos de los Andes venezolanos las yuntas de bueyes, engalanadas con flores y
frutos de la tierra cosechadas en nuestros ubérrimos campos, que, guiadas por
sus gañanes acuden hasta las cercanías de los templos para recibir la bendición
del sacerdote.
No sabemos con exactitud cuándo comenzó la
devoción a San Isidro en Pueblo Llano, pero suponemos que data de muchos siglos
atrás, cuando los encomenderos adiestraron a los indígenas en el manejo de las
yuntas de bueyes y comenzaron a cultivar de trigo y otras semillas las praderas
y valles de estas fértiles tierras. Pues, en un pueblo de agricultores, San
Isidro siempre debe haber estado presente, bendiciendo su trabajo.
En lo que respecta a una imagen del santo que
hoy se venera en Pueblo Llano sabemos que la misma fue construida por don
Aquilino Briceño, tal como lo refiere Jesús María Espinoza Marín en su libro Historia
Mínima de Timotes ...El Taller de escultura anexo a este establecimiento
ha despachado últimamente...una imagen de San Isidro para Pueblo Llano,
encargo del Señor Presbítero A. Colmenares....
Para aquel entonces, 1917, era mayordomo de
la fiesta del santo en Pueblo Llano Pedro Aquilino Santiago Torres y se cuenta
que la imagen mencionada fue traída en hombros por el camino del páramo,
Timotes - Pueblo Llano, en medio de una procesión muy solemne donde la quema de
pólvora y el repique de campanas no se hicieron esperar durante toda la
jornada.
Al morir Pedro Aquilino Santiago Torres, la
mayordomía de la fiesta pasó a manos del señor Eugenio Quintero y al morir éste,
sus hijos, particularmente Ruperto Quintero Rendón, han seguido con la
tradición, encargándose de todos los preparativos y el desarrollo de la fiesta.
Con la presencia de una numerosa colonia
colombiana en el pueblo, que comenzó a llegar a partir de la década de los años
sesenta debido al incremento de la producción agrícola, la celebración se ha
incrementado y se han agregado nuevos elementos a la misma; ya para la fiesta
no sólo se presentan las yuntas de bueyes adornadas con frutos del lugar, tal
como se dijo más arriba, sino que también acuden con todo tipo de animales
domésticos como ovejas, cabras, conejos, perros, gatos, tortugas, gallos,
gallinas y otros animales, para que el sacerdote los bendiga después de la
misa; a esto se agrega un numeroso grupo de jinetes, tractores y máquinas
utilizadas en las faenas agrícolas que también participan en el desfile;
algunas personas suelen llevar recipiente con tierra de sus fincas para ser
bendecida en la misa y los mismos agricultores también son rociados con el agua
bendita que lanza con un hisopo el sacerdote durante la celebración.
Una capilla en honor a San Isidro fue
levantada en el caserío El Pozo.
Rafael Ramón Santiago
Cronista Oficial del Municipio
Pueblo Llano
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