Andrés Napoleón Cecalde
La guerra Federal, también conocida
como guerra larga o guerra de los cinco años, fue un enfrentamiento militar
entre tendencias conservadoras y liberales en la Venezuela del siglo XIX, entre
1859 y 1863, considerada como la disputa bélica más larga y costosa del país
después de la guerra de Independencia.
Aunque los Andes no sufrieron el conflicto
tan directamente como el resto del país, si hubo algunos encuentros, saqueos,
muertos y heridos que perturbó la tranquilidad de la zona.
Pueblo Llano no escapó al conflicto y le tocó
a uno de sus vecinos involucrarse en la contienda. Nos referimos a Andrés
Napoleón Cecalde, quien había nacido en Bastia, isla de Córcega, Francia, en 1810,
tenía cincuenta años en 1860 y de estado civil viudo. Estaba radicado en Pueblo
Llano desde 1855 dedicándose a la actividad comercial que era su ocupación. Entre
sus propiedades estaban varios solares, mercancía y arreos de mulas para
transportarla desde diferentes lugares del páramo como Timotes, Escuque y Las
Piedras hasta los llanos de Barinas, Puerto Nutrias y otras para la ciudad de
Mérida. Era una persona muy apreciada y respetada en la población,
especialmente por el sacerdote Justo Pastor Arias.
Todo marchaba con normalidad en su actividad
comercial hasta que las circunstancias de la guerra lo involucraron en un hecho
que lo marcó enormemente en su vida. Pues, fue acusado de llevar oculto, entre
las cargas de sus mulas, que supuestamente transportaban sal y azúcar,
elementos de guerra como pólvora, plomos, entre otros, para venderlos a los
federales acantonados en Barinas.
El 14 de octubre de 1859 el prefecto de
Pueblo Llano, Francisco Lacruz remite a Cecalde a la ciudad de Mérida, preso, sin
escolta, por ser persona de confianza y porque el cura Pastor Arias le sirvió
de fiador.
En las primeras
declaraciones, Cecalde se defiende de las acusaciones, diciendo que a principio
de marzo de 1860 llegaron a Pueblo Llano Antonio Damico a quien lo había
conocido en 1855 en Mérida, y Napoleón Abril a quien no conocía. Dice que
Damico había dejado en su casa 22 cargas de sal, iban envueltas en costales y
le pidió que le fletara sus mulas para trasladarlas a Barinas. Esa noche Abril
le pidió que lo despertara en la madrugada porque iba a viajar a Mérida, se
llevaron las trece cargas y después volvieron por las otras aduciendo que los
federales que estaban en el camino de Los Callejones los habían autorizado para
pasarlas.
La declaración de Cecalde deja ver que fue
sorprendido en su buena fe por otros extranjeros como él que se aprovecharon de
la guerra para comerciar con armas y pertrechos con el objeto de obtener
mejores ganancias.
El 09
de marzo de 1861 se encargó el Dr. Foción Febres Cordero de su defensa. Después
de una serie de diligencias, argumentos y declaración de testigos logró
finalmente la libertad bajo fianza.
Con el triunfo de los federales el juicio se
archivó, Cecalde volvió a sus actividades comerciales y permaneció en este
pueblo por algunos años más donde, al parecer, no dejó descendencia.
Rafael
Ramón Santiago
Cronista
Oficial del Municipio Pueblo Llano
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