Quintiliana del Carmen Molina Ortiz
Doña Quintiliana Molina Ortiz nació en Pueblo
Llano el 01 de enero de 1908 y murió en la misma población el 07 de agosto de
1966. Era hija de Eleuterio Molina y Ana Inés Ortiz; estuvo casada con Mario
Valera, vecino de la población de La Quebrada, estado Trujillo, pero no
tuvieron hijos y el matrimonio duró muy poco tiempo; no obstante, para cubrir
su soledad y cumplir con el papel de madre, adoptó dos hijos, Gladis y Eugenio,
quienes la acompañaron hasta su muerte. En su juventud se desempeñó como
maestra durante alguno tiempo en la población de Santo Domingo.
Fue cofundadora del partido Acción
Democrática en Pueblo Llano y desempeñó diversos cargos dentro del mismo por
varios años. Cuando el Presidente Rómulo Betancourt andaba en campaña electoral
por esta zona, Doña Quintiliana pronunció un emotivo discurso de bienvenida en
la ciudad de Barinas que causó gran impacto, pues la participación de la mujer
en política no era muy usual en aquella época.
Doña Quintiliana tenía como vecino al señor
Obdulio Salcedo, recalcitrante dirigente copeyano, con quien sostenía fuertes
discusiones por cuestiones ideológicas, cuando aquella mujer llegaba al clímax
de la euforia y le faltaban palabras para sostener sus argumentos, entonces en
un arrebato de rabia se subía las enaguas para sellar de esta manera su insulto.
Pero, cuando uno de ellos se enfermaba o sufría algún percance, el otro era el
primero en visitarle y auxiliarle con medicinas o lo que en realidad
necesitare.
Se desempeñó como secretaria de la prefectura
y en algunas oportunidades fue prefecta encargada, también fue secretaria y
presidenta de la Junta Comunal. Su trato era jovial, agradable, siempre con una
sonrisa en los labios y muy extrovertida. En varias ocasiones hizo de consejera
sentimental, ayudando a consolidar algunas relaciones con sus oportunas
intervenciones, pues en su época tanto los hombres como las mujeres eran muy
tímidos a la hora de declarar sus sentimientos al ser amado y Doña Quintiliana,
como fiel celestina, se encargaba de arreglar aquellas relaciones.
Pero en el campo que más se destacó fue en el
cultural, era muy aficionada a las representaciones teatrales que denominaban
“veladas”, en varias oportunidades se encargó de buscar a los actores y dirigir
la obra a su manera. Entre las “veladas” que dirigió, están algunas muy
recordadas hoy en día como aquella representada en 1942 con motivo de la traída
de la primera planta eléctrica a Pueblo Llano; otras más se presentaron con
motivo de las ordenaciones sacerdotales de los presbíteros Jesús Sulbarán
Paredes y Mario Santiago Valero.
En 1952 se realizó en casa del Señor Lisandro
Paredes una “velada” donde se presentó la tragedia “La Flor que se Evapora” con
motivo de la llegada del primer vehículo al pueblo, la obra fue escrita por
Rosendo Pérez, hijo del maestro del mismo nombre, basada en un hecho trágico
real. Allí actuaron Oliva Molina, Rosa Amelia Paredes, Irene Paredes, Eugenio
Quintero y Rosendo Salcedo quien interpretó el tango “Tus ojos se Cerraron”
para la escena final. Uno de los actores recuerda que el ensayo duró tres meses
y la directora tenía un palo de escoba al lado para darle a la persona que se
equivocara en el guión o intentaba sabotear
los ensayos. Entre otras obras que también fueron representadas en diferentes
épocas están: “La Dama Cautiva”, “El Hombre del Gallo”, “La Mujer Interesada”,
“Los Suelos del Diablo”, “El Virrey del Perú” y “Amores de Estudiante”. Como
continuador de esta tradición cultural quedó el señor Emilio Paredes quien, todavía
hoy en día, dirige un grupo de jóvenes para representar la vida de Jesús durante
la Semana Santa de cada año.
El 25 de agosto de 2000 el ateneo de Pueblo
Llano con motivo de la celebración de los 15 años de su fundación, rindió un
merecido homenaje a la memoria de esta importante mujer de nuestro pueblo.
Rafael Ramón Santiago
Miembro de la Comisión Municipal de Patrimonio Histórico-Cultural del Municipio Pueblo Llano.
Miembro de la Comisión Municipal de Patrimonio Histórico-Cultural del Municipio Pueblo Llano.
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