RICARDO
ULPIANO SANTIAGO ALBARRAN
“Mi abuelo, al tomar el café,
me
hablaba de Juárez y de Porfirio,
los zuavos y los plateados.
Y
el mantel olía a pólvora”.
Octavio
Paz.
Avenida Bolívar de Pueblo Llano, década de los años sesenta del siglo XX.
Cuando yo era niño siempre estaba
pendiente de las conversaciones que tenía mi papá con las personas adultas que
llegaban a la casa, particularmente aquellas que iban en búsqueda de los
servicios para la elaboración de un documento de compra-venta, una letra de
cambio, una declaración de herencia, la repartición de bienes o algo por el
estilo. Antes de la consulta indicada hablaban de cualquier cosa, especialmente
del estado del tiempo, sobre las siembras o la salud de los animales, también
surgían algunos cuentos y anécdotas que los entretenía por largo rato, a veces
durante horas, pues llevaban la vida sin prisa, donde la amistad estaba por
encima de los negocios.
Son muchas las historias que recuerdo
de las conversaciones de aquella época, particularmente sobre las hazañas de
los caudillos locales que eran muy comunes a finales del siglo XIX y comienzos
del XX en esta zona de los Andes. Era uno de los temas favoritos de mi papá.
Había uno de estos personajes con un nombre poco común, pero muy sonoro, se
trataba de Ricardo Ulpiano, mi papá y sus contertulios lo mencionaban con
frecuencia, pero yo no terminaba de entender de quién se trataba y por qué era
tan nombrado.
Ya adulto, con el trascurrir del
tiempo, me he encontrado con algunos escritos que lo mencionan y también he
tenido conversaciones con individuos mayores que también escucharon hablar de
él o lo conocieron, por eso he querido indagar más sobre su vida, reconstruir
su historia a través de los datos que transcribo a continuación.
Ricardo Ulpiano Santiago Albarrán
nació en Pueblo Llano el 03 de enero de 1876, presentado en la prefectura el 9
del mismo mes y el 10 fue bautizado. Era hijo de José Ricardo Santiago Valero
(1850) y María Eloisa Albarrán. Sus abuelos paternos fueron José Manuel de
Santiago Vielma (1809) y María del Carmen Valero, vecinos del caserío Las
Agujas, del municipio Pueblo Llano1.
En ameno diálogo que tuve con el
distinguido maestro y poeta, nativo del pueblo de Santa Ana de Trujillo,
Profesor Antonio Cortés Pérez2, también me hacía referencia de las
conversaciones que tuvo con su padre cuando era niño. Le comentó que había
nacido en Pueblo Llano, pero don Antonio no estaba muy seguro de aquella afirmación
pues no llegó a tener en su mano la partida de bautismo o nacimiento de su
progenitor. Le refería que en aquel pueblo tenía familiares y amigos y entre
estos últimos recordaba a un militar de nombre Ricardo Ulpiano Santiago.
Por otra parte, en otro encuentro,
ahora con el señor Emiliano Meza, me refirió una anécdota muy jocosa del
personaje, me dijo que Ricardo Ulpiano hizo una apuesta con un compueblano suyo
donde le aseguraba que se casaría con la hija de un italiano que vivía en Las
Piedras, como en efecto ocurrió. Acotó el señor Emiliano que él conoció a
Ricardo Ulpiano, ya anciano, en la población de Las Piedras3.
Parroquia Las Piedras, 1933. Foto Vita.
Más tarde, en otra conversación,
ahora con el señor Rosendo Salcedo4, quien también poseía una
excelente memoria, me narró otra historia muy interesante sobre el personaje en
cuestión, que según le contaron, era muy aficionado a los juegos de envite y
azar. La misma ahora forma parte de mi libro inédito Mitos y leyendas del Páramo Merideño. La titulé: Lentes Milagrosos.
Posteriormente, hojeando el libro
del Dr. Edilberto Moreno Peña “Valparaíso de Las Piedras Cuatricentenaria,
Historia, Leyendas, Crónicas, Relatos”, pudimos obtener un conocimiento
mayor sobre el biografiado, allí leemos: “A comienzos del siglo (XX), una
hija de don Domingo Giudici casó con don Ricardo Ulpiano de Santiago, de Pueblo
Llano, y fijaron su residencia en Las Piedras, donde nacieron, entre otros, sus
hijos Ítalo e Isolina y otros que se fueron a engrosar la parentela, mezclados
con los Rivas de Altamira”.5
Buscando
en Family Search encontramos que la esposa de Ricardo Ulpiano se llamaba
Nicolasa Giudici, tuvieron en Las Piedras a Ítalo Roger que fue bautizado el 03
de febrero de 1903, Alicia Eloísa, bautizada el 14 de agosto de 1904 y Ricardo
Ulpiano, bautizado el 05 de febrero de 1909.
Hay otra faceta muy importante del
personaje donde fungía como empresario de cine, cuando éste todavía no era
parlante, anécdota que encontramos en el libro del profesor Julio Carrillo
titulado: Músicos Merideños. En una
de las páginas está la entrevista que hace el autor a un músico de la ciudad,
señor Antonio Ochea:
“… ¿y cuánto les
pagaban en el cine? –
-No se pagaba gran
cosa. A mí me daban un fuerte -cinco bolívares- por tocar una función; y
entonces uno para economizar se venía a pie, para dormir en Ejido, para
economizar el bolívar del pasaje en el carro y a veces no había carros.
- ¿y eso fue en qué año
maestro Ochea?
-Por ahí entre los años
veinte al veinticinco. En el veinticinco el compadre Rivas estaba en San
Cristóbal. Después volvimos aquí y se siguió tocando en el cine, pero ya no
tanto, después vino la película parlante y ya no se tocó más.
- ¿y era la orquesta
completa la que tocaba en el cine?
- No, tocábamos un
grupo como de cuatro o cinco músicos: también nosotros tocábamos, pero no con
mi compadre Rivas, sino con Jesús Manuel Trejo, a un señor Ricardo Ulpiano
Santiago, cuando el general Isilio Febres Cordero estuvo aquí de presidente de
Estado. Le tocamos a Ricardo Ulpiano Santiago como seis meses en la Universidad
de Los Andes, me pagaba cinco bolívares mensuales.
- ¿Eso fue en qué año maestro?
-Por ahí, entre los
años veintisiete y veintiocho”6.
Para corroborar la información
anterior, en el libro de Belis Araque, El cine en Mérida (1898-1954),
Elementos para su historia, encontramos que: “El señor Ricardo Ulpiano Santiago alquila un local en el mercado
público para ofrecer funciones cinematográficas”7.
Charles Chaplin en una de sus películas de cine silente. Imagen tomada de Internet.
El presidente del Estado Mérida, que
así de denominaba en el periodo en que Ricardo Ulpiano era el responsable de
alquilar locales para proyectar películas mudas y contratar músicos para animar
el ambiente mientras se proyectaba la misma, era el general Isilio
Febres-Cordero Reimi, natural de Barinas. Desde muy joven ingresó en la vida
política de su provincia nativa, llegando a desempeñar elevados destinos en su
tierra natal y en el país. Fue presidente de los Estados Zamora (Barinas), Zulia,
Mérida, etc. En su tierra natal contrajo matrimonio con María Luisa Montero
Tovar, natural de Obispos8. El general Isilio Febres-Cordero fue presidente
del Estado Mérida en el periodo (1926-1927)9.
General
Isilio Febres-Cordero Reimí (sentado), junto a su hijo Isilio Febres-Cordero
Montero (de pie). Imagen tomada de Internet.
Con la información recabada hasta ahora podemos reconstruir un poco la vida del personaje de marras, tenemos que era oriundo de Pueblo Llano, su padre fue jefe civil. Ricardo se radicó en Las Piedras después de contraer nupcias con Nicolasa Giudici, hija de Domingo Guidici, hijo a su vez de inmigrantes italianos provenientes de la isla de Elba. Luego se trasladaron a Altamira y posteriormente a Barinitas o Barinas. Es muy probable que en esa última ciudad haya entablado amistad con el general Isilio Febres-Cordero y lo haya acompañado en algunas de sus andanzas bélicas si las tuvo, luego lo encontramos en la ciudad de Mérida fungiendo como empresario de cine, suponemos que con el visto bueno o en sociedad con el general Febres-Cordero. En los últimos años de su vida regresó a Las Piedras donde probablemente allí murió. Queda todavía la inquietud de saber cuándo y dónde fueron aquellos famosos encuentros armados de que hablaban con tanta emoción los contertulios en el corredor de mi casa.
Rafael Ramón Santiago
Cronista Oficial del municipio Pueblo Llano
(20/11/24).
Notas:
(1) Rafael Ramón Santiago. Familia Santiago en
Pueblo Llano. Estudio de parentesco entre los habitantes de una comunidad
andina venezolana 1774-1974. Publicado en Amazon. Columbia SC, EEUU.
2018. p. 140. Además, en family search
consulté la partida de nacimiento, que por razones que todavía no están claras,
se encuentra en el archivo del municipio Justo Briceño del estado Mérida, la
cual textualmente dice así: “Espíritu Santo Ortiz primera autoridad civil de
la parroquia Pueblo Llano hace constar que hoy día 09 del mes de enero del año de mil ochocientos setenta y
seis me ha sido presentado un niño varón recién nacido por Ricardo Santiago
quien dice ser su padre y haber asistido al acto de su nacimiento y manifestó
que el niño cuya presentación hace nació en esta parroquia el día 3 del mismo
mes y año a las tres de la madrugada que tiene por nombre Ricardo Ulpiano y que
es hijo legítimo del que presenta y de María Eloisa Albarrán, de profesión
agricultor y vecino de esta parroquia. Leída al compareciente y testigos la
presente acta manifestaron estar conformes en su contenido y firman la presente
acta. Espíritu Santo Ortiz, Ricardo Santiago, Juan Antonio González [están
las tres firmas y rúbricas].
(2) Conversación
con el Maestro Antonio Cortés Pérez, 87 años, Mérida, 21 de abril 2001.
(3) Conversación
con el señor Emiliano Meza, 93 años, Pueblo Llano 29 de abril de 2001.
(4) Conversación
con el señor Rosendo Salcedo, 72 años, Pueblo Llano, 22 de agosto de 2004.
(5) Edilberto
MORENO PEÑA. “Valparaíso de Las Piedras Cuatricentenaria, Historia,
Leyendas, Crónicas, Relatos. Universidad de Los Andes. Mérida, Venezuela,
1996. p. 180.
(6) Julio
CARRILLO. Músicos Merideños. Editorial Venezolana. C.A. Mérida,
Venezuela, 1985. pp. 122, 125.
(7) Belis
ARAQUE. El cine en Mérida (1898-1954). Elementos para su historia.
Ediciones Actual. Colección de Ensayo. Mérida, Venezuela, 2004. p. 84.
(8) Ramón
Darío SUÁREZ. Historial Genealógico de los Febres-Cordero y algunas de sus
alianzas. Ediciones Euroamérica, Mérida, Venezuela, 1969. p. 144.
(9) Revista
Libertador. Conmemoración del Sesquicentenario de la Campaña Admirable.
Talleres Gráficos Universitarios. Mérida, Venezuela, 1963. p. 209.