jueves, 20 de agosto de 2020

Personajes de Pueblo Llano



Institutora Filomena del Carmen Dávila Paredes





            La destacada educadora doña Filomena del Carmen Dávila Paredes era hija de don José Vicente Dávila Nucete y de doña María del Carmen Paredes Becerra.

            Don José Vicente, nació en 1814 durante la emigración de los patriotas merideños a la Nueva Granada, era uno de los hijos del matrimonio entre don Gabriel Dávila y Ribera y doña María Mercedes Nucete, quienes habían casado el 07 de enero de 1807.
            Por su parte, doña María del Carmen Paredes Becerra, era hija del hogar pueblollanero conformado por don Vicente Paredes Paredes y doña María de la Paz Becerra Morillo.
            Don José Vicente y doña María del Carmen contrajeron nupcias en Pueblo Llano en 1838 o 1839. Aquí se radicaron por algún tiempo donde nacieron, entre otros, María Ramona Ignacia, Antonio Ignacio (1840), José María (1845), Filomena del Carmen (1855), María Rebeca (1856) y Genaro del Carmen Dávila Paredes. Posteriormente la familia se trasladó a la ciudad de Mérida en la década de los años 60 del siglo XIX donde nacieron Rita (1860) y Alcira de la Paz (1863).
                        Filomena del Carmen, como ya se expuso, nació en Pueblo Llano el 21 de enero de 1855 y fue bautizada en la iglesia Santísima Trinidad de esta parroquia el 8 de abril de 1855 (Familysearch). El historiador Humberto Lara en el libro Santa Elena en el Tiempo (2014), dice que la joven Filomena del Carmen  fue educada en la Escuela de Señoritas de la ciudad de Mérida administrada por las hermanas Almarza (Indalecia, Andrea y Petra). “De allí salió a regentar una escuela en Mucuchíes y por tener solo 15 años no le pudieron dar el nombramiento a ella sino a su hermana mayor Ramona Ignacia, allí estuvo por cuatro años. Luego pasó a una escuela en Lagunillas en 1882, allí estuvo 15 años. Después fue llamada y la nombraron Directora de la Escuela Central de Mérida en el año 1889, la cual fue elevada a la categoría de Colegio del Estado y el nombramiento le fue otorgado por el Presidente del Estado General Espíritu Santo Morales en el año 1900, en ese colegio sirvió por espacio de dieciséis años. En 1916 funda el Colegio Inmaculada, el cual dirige hasta el año 1922, fecha en la que se retiró de la enseñanza. Muere a la edad de 67 años el 18 de noviembre de 1923” (p. 40).
            En 1970 el Grupo Escolar Municipal “23 de enero”, fundado el 10 de octubre de 1958 pasó a denominarse Grupo Escolar Municipal Filomena Dávila Nucete (sic) por disposición del presidente del Concejo Municipal Jesús Rondón Nucete.


            La Maestra Filomena del Carmen Dávila Paredes fue muy bien reconocida por la sociedad merideña de su época, al respecto, el doctor Tulio Febres Cordero, Patriarca de las Letras Merideñas, escribe: “Es de justicia mencionar entre los ciudadanos que se consagraron en el siglo pasado de manera especial y continua a la enseñanza de la juventud, bien fuese en establecimientos privados o públicos, a los institutores José Vicente Nucete, Dr. Rafael Julián Castillo, Matías Codina (entre otros)…Y con igual motivo son también acreedoras a mención honorífica las institutoras señoritas Juana Bárbara Maldonado, Petra y Andrea Almarza, Filomena Dávila… (Tulio Febres Cordero. Clave Histórica de Mérida. Primera Edición Digital, 2011).  
            De igual manera, el escritor César Paredes Briceño en el libro La casa de las tías escribe: “…por otra parte, en ese segundo año de nuestro siglo (1902), no queriéndose quedar atrás en las labores de la enseñanza, Filomena Dávila abnegada, constante y gran educadora, funda colegio de niñas en el cual, las matemáticas, la historia, la moral y cívica, y la gramática, bien aprendidas, se daban la mano con los bordados, las labores de aguja y las nociones culinarias, para dar, en su silenciosa lucha, grupos encantadores de simpáticas vírgenes, educadas e ilustradas, que llevarán como dosel, el velo inmaculado de su inocencia y por lema, la ejemplarísima conducta que con creces las adornaban”. (p. 175). 
            Es importante aclarar que en el libro de Lara y otras biografías que aparecen en internet no se colocan citas y hay algunos errores como la fecha de nacimiento de Filomena del Carmen que la ubican el 21 de enero de 1856 cuando en realidad fue el 21 de enero de 1855, como ya se expuso, también colocan mal el segundo apellido de la biografiada, pues es Paredes y no Nucete; por último, el Colegio La Inmaculada, que hoy conocemos en la ciudad de Mérida, fue fundado por las Hermanas Salesianas en 1927.
            Hasta donde han alcanzado nuestras investigaciones, por el momento, podemos reafirmar que la Institutora Filomena del Carmen Dávila Paredes es la primera Maestra que haya nacido en Pueblo Llano.

Rafael Ramón Santiago
Cronista Oficial del Municipio Pueblo Llano








lunes, 3 de agosto de 2020

Manifestaciones Colectivas



CAFÉ CON RUDA



Café con ruda, Pueblo Llano

            En las conversaciones con algunos ancianos de Pueblo Llano, entre ellos don Laudelino Paredes Rondón, nos hicieron referencia sobre una añeja costumbre que tenía la gente de este pueblo el día primero de agosto de cada año. En horas de la mañana, en ayunas, las personas solían tomar café con ruda, pues se creía que con este brebaje se inmunizaban por el resto del año contra las picaduras de  mosquitos o de cualquier otra alimaña ponzoñosa.
            Posteriormente, comentando con algunos cronistas merideños me acotaban que en los Municipio Cardenal Quintero y Miranda, limítrofes con Pueblo Llano, también se practica esta costumbre. Algunas abuelitas les manifestaban que agosto “era un mes muy enconoso”.  
            ¿Cuándo llegó la costumbre a estos pueblo?, ¿quién la trajo?,… no lo sabemos, pero al parecer se remonta a muchos años atrás. Sin embargo, hoy en día no es tan popular como antes, muy poca gente la recuerda y menos aún la sigue practicando.
            Una tradición similar es atribuida a los guaraníes del Paraguay y del nordeste argentino como las provincias de Corrientes y el Chaco. El mismo día primero de agosto y también en ayunas los guaraníes toman el denominado carrulin (acrónimo de caña, ruda y limón) o simplemente caña con ruda, aguardiente con ruda, con el objeto de purificar la sangre y atraer la buena suerte, en el ámbito de los conocimientos y usos relacionados con la naturaleza y el universo. Wikipedia cita a la escritora Julia Norma Catalano quien escribe en su libro Caña con ruda que esta bebida “es un remedio ecológico, es un popular sortilegio de este tiempo. Circula como el rumor, seduce porque es el emergente de lo que la gente cree y auto justifica cada uno a su manera”.  
Caña con ruda, Corrientes, Argentina

            La causa por la cual los guaraníes la consumían es atribuida a que en el mes de agosto de todos los años se producían grandes lluvias que, junto al frío estacional, provocaban enfermedades epidemiológicas que llegaban incluso a diezmar las aldeas. Los nativos para combatir los males recurrían a sus chamanes que elaboraron un remedio consistente en mezclar hierbas con licores, del cual debía beberse un trago al comenzar la estación de las lluvias chaqueñas. Originalmente se utilizaban licores fabricados con chañarpataytunas o algarroba, a los que se les agregaba la contrayerba o hierbas medicinales. Con la llegada de los europeos los componentes se "modernizaron" hasta como lo conocemos hoy en día. Con la introducción del cultivo de caña para la fabricación de azúcar, en la época de la colonización española, se empezó a producir paralelamente el aguardiente de caña. A esto se le agrega la llegada de la ruda en América cuyas capacidades medicinales no pasaron desapercibidas utilizándose la ruda macho contra parásitos y malestares estomacales. También era usada para calmar el ardor y la irritación de picaduras de bichos y alimañas.
Botellas de caña con ruda
            Cómo pudo esta tradición precolombina atravesar toda la América del Sur para estacionarse en los Andes venezolanos, es algo que sería interesante indagar a mayor profundidad, la diferencia es solo que en Pueblo Llano y otros lugares de los Andes venezolanos, se sustituyó el aguardiente por el café, pero los propósitos para su consumo son los mismos y casualmente, el ritual se celebra el mismo día y mes del año.


Rafael Ramón Santiago

Cronista Oficial del Municipio Pueblo Llano.