Señor Sinforiano Rondón
Al señor Sinforiano Rondón, como a la mayoría
de la gente de su época, le tocó vivir una infancia con muchas carencias
económicas, debido a que Pueblo Llano era una comunidad rural con escasas
fuentes de trabajo y pocas posibilidades de generar una economía sustentable. Para
poder sobrevivir, sus habitantes mercaban sus pocos productos en la vecina
población de Timotes, la mayoría iba a pie, otros llevaban sus frutos en bueyes
de carga y los más pudientes en caballos y mulas. Ofrecerse como peones en las
haciendas de café situadas en las diferentes zonas cafeteras de la entidad
merideña era otra alternativa para ganarse el sustento.
El señor Sinforiano era hijo de Lina Rosa
Rondón y Demetrio Paredes, nació en Pueblo Llano el 03 de marzo de 1926, Cuando
apenas contaba con diez años de edad ya llevaba huevos y quesos para venderlos
en Timotes, luego, siendo aún muy joven, se estableció en ese pueblo por algún
tiempo desempeñándose como empleado en comercios locales, después decide probar
suerte en el centro del país y se traslada, primero a La Guaira y luego a la ciudad
de Caracas, donde ejerce diferentes oficios hasta que pudo establecer su propia
venta de víveres en Cútira, una populosa urbanización caraqueña.
Casó en Pueblo Llano con doña Irene Paredes Padilla,
de cuyo matrimonio nacieron siete hijos.
La inseguridad social se comenzaba a sentir
en la Caracas de los años sesenta, no con la intensidad de nuestros días, pero
sí había el peligro de perder en un instante el fruto del trabajo obtenido
durante años, razones que lo obligaron a regresar con su familia a su pueblo
natal para comenzar una nueva actividad comercial. Traía en su mente una
cantidad de proyectos que se fueron haciendo realidad con el tiempo, otros no
pudieron ver la luz como la construcción de un hotel turístico en el sitio
denominado El Morro.
Una de las principales virtudes que poseía el
señor Sinforiano era que a medida que trabajaba incansablemente para sacar
adelante su familia, a través de diferentes empresas, también se preocupaba por
el desarrollo de Pueblo Llano, así tenemos que, participó en la fundación de la
Cooperativa Agrícola La Trinidad, siendo presidente de las misma en varias ocasiones;
fue propietario del abasto Vuelvan Caras, posteriormente convertido en
ferretería; también abrió el bar y sala
de billares El Morro. Junto con otros ganaderos del estado Mérida importaron
ganado Holstein desde Nueva Zelanda, siendo partícipe del desarrollo de la
ganadería de altura en la zona. Por otro lado, fue socio fundador de la
Farmacia La Unión y después, junto con su hija Nelly, abrieron la farmacia La
Chinita.
Siempre formó parte de los diferentes comités
que se conformaban en el pueblo para solicitar ante los entes gubernamentales
la instalación de servicios públicos en materia de salud, comunicación,
educación, cultura, entre otros. Organizó la sociedad de Alcohólicos Anónimos
seccional Pueblo Llano y para el momento de su muerte presidía la Asociación de
Comerciantes de Pueblo Llano. Terminaba de leer una ponencia en una asamblea de
FEDECAMARAS en la ciudad de Mérida cuando su corazón, que venía resintiéndose
desde hacía varios años atrás, no le respondió en esos momentos en que defendía
con emoción una tesis sobre el desarrollo integral de Pueblo Llano. Falleciendo
de un infarto fulminante el 28 de septiembre de 1998.
Nos queda del señor Sinforiano el ejemplo de
un hombre humilde que a través del trabajo constante y su visión de progreso
contribuyó a sacar adelante su familia y además participó de una manera muy
especial en el progreso de su terruño.
Rafael Ramón Santiago
Cronista Oficial del Municipio
Pueblo Llano
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