DEVOCION
A SAN BENITO EN LA CULATA
En el caserío La Culata del
Municipio Pueblo Llano era venerada una imagen de san Benito traída desde la
población de La Puerta, estado Trujillo. El informante nos dice que la imagen
era muy pequeña pero llevaba colgados una cantidad de milagros colocados por sus devotos por los favores recibidos. La imagen llegaba al lugar una semana
antes del 24 de junio, día de San Juan. A partir de aquel momento comenzaba una
novena de rezos, cada día en una casa diferentes, donde aparte de rezarle toda
la noche al santo y degustar la comida que daban los anfitriones, se realizaba
un baile denominado “de la media botella”, el mismo consistía en lo siguiente:
el anfitrión colocaba una botella de aguardiente en la mitad de la sala, a su
alrededor los asistentes formaban una rueda y comenzaban a girar danzando al
son de la melodía interpretada por un conjunto con instrumentos de cuerdas. En
pleno baile, uno de los danzantes se salía de la rueda, se dirigía al centro,
tomaba la botella, se empinaba un trago, colocaba la botella en su sitio y
luego se integraba a la rueda para seguir girando, esto se repetía para cada
uno de los demás integrantes.
Los velorios eran solicitados por los
parroquianos con el objeto de pagarle una promesa al santo por algún milagro
recibido. El día 24 de junio en la mañana la pequeña imagen era llevada hasta
la capilla de La Culata donde se celebraría la misa a Santa Rosalía, imagen que
era bajada desde la vecina población de Las Mesitas de Niquitao en el estado
Trujillo, de ahí que San Benito, San Juan y Santa Rosalía eran venerados en un
solo día generalmente frío y lluvioso en esta zona del paramo merideño.
El año en que comenzó la celebración, particularmente a San Benito no fue precisada por el
informante, pero sí el final. Refería que al enterarse el sacerdote Gabriel
Gómez López --quien regentó la parroquia Santísima Trinidad de Pueblo Llano
durante el periodo 1978-1986-- de este tipo de celebración, donde se consumía
gran cantidad de aguardiente y se irrespetaba al santo con un baile pagano,
prohibió la celebración en 1980 aproximadamente.
Ante tal proscripción, los
encargados de traer la imagen desde La Puerta, quienes eran oriundos de ese
pueblo, no lo volvieron a hacer, acabándose definitivamente la veneración a San
Benito en La Culata, por lo menos de la manera en que se descrito.
Informante: Leonídas Ramírez (+), La Culata,
12 de noviembre de 2009.
Rafael Ramón Santiago
Cronista Oficial del Municipio Pueblo Llano