lunes, 20 de enero de 2025

50 AÑOS DE FARMACIA "LA UNION" DE PUEBLO LLANO


50  AÑOS DE FARMACIA “LA UNION” DE PUEBLO LLANO

 

            Medio siglo nos separa ya del comienzo de un expendio de medicinas en Pueblo Llano. Una iniciativa altruista impulsada por hombres progresistas de este municipio merideño quienes siempre entendieron que en la unión está la fuerza, el poder y las decisiones para sacar adelante cualquier iniciativa por más difícil que parezca. La mayoría de ellos llevaba consigo ese fervor de lucha y progreso para el bien común que, como socios de la Cooperativa Agrícola La Trinidad, estaban experimentando.

La salud es un bien primordial que el hombre ha anhela siempre, buscando por todos los medios los elementos indispensables para no enfermarse o curar los males que le aquejan. Durante siglos nuestros antepasados andinos, al igual que el resto de la humanidad, acudían a las plantas locales como fármacos curativos que eran recetados por curiosos y prácticos en el oficio. Así tenemos que en el siglo XIX, Monseñor Jáuregui Moreno recogió el nombre de las siguientes plantas de usos medicinales que utilizaba la gente de Pueblo Llano para calmar sus dolencias: “…achicoris, reinosa, sánalo todo, salvia, cebolla de páramo, raíz de frailejón morado, viravira, polipodio, doradilla, poleo, yerba buena, yerba santa, yerba mora, borraja, culantrillo, manzanilla, malva de dos clases, malvavisco, saúco, rábano, artemisa, ruda, ajenjos, mostaza, toronjil, hinojo, espadilla, verdolaga, cilantro, anís de sabana, quina, quemaderas o yalli, cocuy o pitón, grama de dos clases, yantén, verbena, mejorana, romero, narciso, cardosanto, tuna de castilla, zábila, parcha, azafrán de cerro, clavo de paso, mastuerzo, anime, tabaco, apio morado, manzano, hoguera, durazno, membrillo, escorzanero, guayabo, col, linaza, cordoncillo negro, flor de sangre, cocuiza, berros, tártago, bledos...” 1.

A varios curiosos y yerbateros acudían los pueblollaneros en búsqueda de la salud, entre ellos el médico Amelardo de La Quebrada en el estado Trujillo, doña Rosa en el caserío Los Chorritos de Altamira, don Miguel Albarrán en Las Piedras, el Dr. Roche en La Mesa de Esnojaque y mano Tello en el pueblo2, varios de estos facultativos diagnosticaban la enfermedad con solo ver la orina del paciente.

Es casi a mediados del siglo XX cuando comienza a implantarse la medicina moderna en el municipio, específicamente el 15 de febrero de 1946, siendo presidente del estado Mérida el doctor Alberto Carnevali y secretario general de gobierno el doctor Rigoberto Henríquez Vera, momento en que se decretó formalmente la Medicatura Rural de Santo Domingo, a la cual asignaron los dispensarios de la población de Las Piedras y Pueblo Llano. El primer médico designado para esta medicatura fue el doctor José Luis Vetancourt, y como practicante del Dispensario de Pueblo Llano fue nombrado el señor Manuel Gutiérrez3 a quien posteriormente le siguieron Melecio Suárez, Jesús Cadenas y Pablo de la Cruz Vergara, este último oriundo de Pueblo Llano, trabajador incansable, noble y sagaz, que supo cumplir a cabalidad con su deber, para pasar luego a trabajar como inspector en la Unidad Sanitaria del estado Mérida, donde desarrolló una notable labor.

Con algunos de los medicamentos recomendados por los profesionales de la medicina se fueron abasteciendo las bodegas del pueblo, como las de los señores Lisandro Paredes y Obdulio Salcedo, allí se conseguían: pastillas  de Conmel para bajar la fiebre, Cafenol para calmar los dolores, mentol, vapoRub, mercurio cromo, leche de magnesia, azul de metileno, jarabe de emulsión de Scott, Alka-Seltzer, Sal de Fruta, alcohol, agua oxigenada, penicilina, “Sello Mágico”, alumbre, caraña, entre otros que escasamente satisfacían las necesidades de los pacientes, quienes se veían obligados a trasladarse a las ciudades de Barinas o Mérida para conseguir el tratamiento indicado en los récipes o recetas. En 1966, el señor Epifanio Uzcátegui funda la farmacia “Santo Domingo”4 en la población del mismo nombre, que resolvió en parte el problema, pero no era suficiente.

Señor Manuel Mora.

El señor Manuel Mora, natural del pueblo de Delicias en el estado Táchira, auxiliar, cofundador y copropietario en sus comienzos de la Farmacia “La Unión” nos relata su experiencia como expendedor de medicamentos: 

“Llegué a Pueblo Llano cuando tenía 23 años, en 1973, al comienzo venía en forma esporádica con el propósito de buscar el apoyo económico necesario para instalar aquí un expendio de medicinas, que era una necesidad en este pueblo, según me comentaban en Timotes donde estaba trabajando.

Yo comencé como ayudante de farmacia siendo menor de edad, en el sector Santa Rita de Maracaibo, estado Zulia. El dueño de la farmacia me trajo posteriormente para Valera donde tenía un Expendio de Medicina de nombre San José. Luego, me fui para Caracas y estando allá me reclutaron y tuve que pagar el servicio militar obligatorio. Cuando recibí la baja regresé a Valera y el dueño de la Farmacia San José me volvió a dar trabajo en una farmacia que instaló en Timotes. Como dije, estando allí fue que me enteré que en Pueblo Llano no había expendios de medicina y se me ocurrió la idea de montar uno aquí. Hablé con algunas personas solventes económicamente, pero no obtuve resultados satisfactorios, hasta que finalmente me recomendaron entrevistarme con el señor Sinforiano Rondón, a quien inmediatamente le pareció interesante la idea y decidió convocar una reunión con los señores Emilio Antonio Paredes, Marcelino Santiago Valero y Eugenio Quintero Ortiz. La reunión fue muy provechosa y en ella se acordó que ellos ponían el capital y yo sería el administrador, pero, tenía que encargarme de conseguir la autorización para el expendio de medicinas.

Señor Sinforiano Rondón.

Me fui a Caracas en búsqueda del permiso, me pidieron una estampilla de 50 bolívares y yo no tenía el dinero en ese momento, tuve que trabajar vendiendo perros calientes por algún tiempo para reunir el costo de la estampilla. No fue fácil la gestión, se necesitaba tener un comprobante de auxiliar de farmacia y yo apenas había sido ayudante, así que tardé casi seis meses en llegar al pueblo con el permiso respectivo. Los socios ya estaban decepcionados, pues consideraban que yo no había tenido seriedad en la propuesta. Al fin se logró conformar una Sociedad de Responsabilidad Limitada donde pasé a ser socio comercial. En el mes de febrero de 19745 abrimos el Expendio de Medicinas “La Unión” en un local que tenía el señor Heliodoro Santiago en la avenida Bolívar con calle Independencia, allí permaneció el expendio durante 10 o 12 años.

Señor Eugenio Quintero Ortiz.

Posteriormente, la S.R.L. compró una casa por la avenida Bolívar, entre calles Ayacucho y Chimborazo, para instalar allí la farmacia, el propietario era el señor Manuel Albarrán quien la había comprado al señor Enrique Hernández Agostini, éste a su vez la adquirió del señor Pedro García quien fue el constructor.

Al graduarse como farmacéutica la Dra. Nelly Rondón Paredes, hija del señor Sinforiano Rondón, comenzó a fungir como regente y el establecimiento pasó de Expendio de Medicinas a Farmacia.

Señor Emilio Antonio Paredes.

El señor Sinforiano Rondón se retiró de la sociedad para abrir la Farmacia “La Chinita” en sociedad con su hija, posteriormente yo hice lo mismo, después de estar 24 años trabajando allí, y monté mi propia farmacia denominada “Pueblo Llano”. Ahora los propietarios de la Farmacia “La Unión” son el señor Emilio Antonio Paredes y los herederos de los socios Marcelino Santiago Valero y Eugenio Quintero Ortiz”6.

 

Señor Marcelino Santiago Valero

En la actualidad hay seis farmacias en el municipio: “Los Ángeles”, situada en la prolongación oeste de la calle Independencia (entrando al pueblo); “Soluciones Pueblo Llano”, avenida Sucre con calle Independencia; “La Chinita”, avenida Sucre, entre calles Independencia y Páez; “Ebenezer”, avenida Sucre, entre calles Chimborazo y Carabobo; “Pueblo Llano”, calle Carabobo, entre avenidas Miranda y Bolívar; “La Unión”, avenida Bolívar, entre calles Ayacucho y Chimborazo7. Había que agregar a las anteriores un expendio de medicinas adscrito al Hospital Carlos Edmundo Salas.

Rafael Ramón Santiago

Cronista Oficial del municipio Pueblo Llano

(20/01/25).                                                                                                             350

Notas:

 

(1)  Jesús Manuel JÁUREGUI MORENO: Apuntes Estadísticos del estado Mérida (1887). Imprenta del Estado Mérida, 1948. p. 53.

(2)  José Ramón LOPEZ GOMEZ. Carlos Edmundo Salas, una huella trascendente. Ediciones del Rectorado. Universidad de Los Andes. Mérida, Venezuela, 2005. p. 39.

(3)  Alberto CARNEVALI. Pasión de Libertad (Escritos) Tomo II. Mérida, 1989. p. 143.

(4)  Pedro José PAREDES. Las Piedras a través del tiempo. El libro de los sacrificios. Segunda Edición. Producciones Editoriales C.A., Mérida, Venezuela, 2024. p. 64.

(5)  En nuestro libro Aspectos históricos del municipio Pueblo Llano, estado Mérida. Tomo II, escribimos que la farmacia “La Unión” comenzó en 1970, según testimonio de uno de los socios, no obstante, ahora nos inclinamos por la versión del señor Manuel Mora que nos parece la más fidedigna hasta que no tengamos a la mano el documento de inicio de la misma.

(6)  Entrevistas realizadas en Pueblo Llano al señor Manuel Mora, 75 años, por Vicente Paredes, el 11 de noviembre de 2024 y por Rafael Ramón Santiago el 24 de noviembre de 2024.

(7)  Información suministrada por el Licenciado Jorge Luis Paredes Arias, 57 años, Pueblo Llano, 16 de diciembre de 2024.