Era hijo de Vicente Quintero Príncipe de
la Torre y María Nicolasa Jerez, nació en Pueblo Llano en 1824. Casó en 1850
con María Manuela Dávila García, natural de Ejido, ambos fueron padres de María
Trinidad (1853), Pedro Dámaso (1855), Manuel, Isabel María, Lesmes María
(1865), José Juanario (1862), Teodora María (1859) y Genaro.
Casimiro Quintero era un hombre trabajador
del campo, criador y constructor, muy católico y de carácter fuerte, muy
respetado en el pueblo por todas esas virtudes, por lo tanto era elegido con
frecuencia para ocupar cualquier cargo público donde pudiese servir con
eficiencia.
En 1861 lo encontramos desempeñándose como juez de paz en Pueblo Llano, actuando en una
demanda que interpone el inglés Cristóbal Francisco Egget contra Salvador Rivas, ambos vecinos de Pueblo
Llano. Casimiro cita a Rivas para que responda a la demanda, pero éste no
asiste y entonces le impone una multa.
Manuel
de Jesús González Moreno, en representación de Egget, con su altanería de
hombre rico y leguleyo reclama al juez la celeridad en la actuación. Casimiro
no tolera la actitud con que reclama el apoderado del demandante, entonces
González demanda a Casimiro ante el juez del Cantón Timotes por abuso de
autoridad, aduciendo que: …me ha negado
la audiencia en su despacho y no me ha permitido hacer peticiones en el juicio
intentado por mi poderdante contra Salvador Rivas de Pueblo Llano…el magistrado
manifiesta con tales acciones preferirme antipatía pues así lo ha intentado con
las amenazas que me hacía, los golpes que daba sobre la mesa, el metal de voz
alto, no acostumbrado por él, el semblante…con tal conducta daba muy mal
ejemplo a los concurrentes y causaba escándalo...
Casimiro responde ante el juez de Timotes
cada una de las acusaciones que le indilga González y finalmente, a manera de
reflexión expone: …bien sabido es que
todo funcionario público se granjea odiosidad por todo individuo que no alcanza
el triunfo en lo que se propone...
Los alegatos de González no tuvieron eco y el
juez de Pueblo Llano continuó con su cargo.
Un año después, en 1862, manifiesta que su
despacho había asumido compromisos para los cuales no tenía presupuesto, por lo
tanto envía una comunicación a su autoridad superior solicitando permiso para
ir por un mes a albañileriar (trabajar
como albañil) para poder pagar las deudas contraídas como eran el caso de
subsidios para la guerra, arreglo de caminos, bastimento y bestias para las
tropas, entre otros. Como podemos ver, su actitud es un ejemplo de honestidad,
no se queja por la falta de recursos, sino que asume los compromisos de su
despacho aún a costa de su propio trabajo.
Ahora,
en 1865, lo encontramos desempeñando el cargo de jefe civil, en calidad de tal
dirige una comunicación, el 02 de junio de 1865, a los concejales del recién
creado Distrito solicitando se legisle sobre una problemática que se observaba
para ese momento como era el hecho de que los jóvenes estaban muy enviciados a
los juegos de envite y azar, había adultos que los animaban a jugar y por lo
tanto resultaban algunos disgustos en el pueblo, producto de esta actividad
ilícita. Agrega el Jefe Civil: ...esta jefatura espera de ese Ilustre
Concejo Municipal salga una disposición en que se puedan evitar estos
males porque de lo contrario no puede haber tranquilidad dentro de
nuestro pueblo sino un continuo desorden y como el árbol está hoy tierno
por donde quiera se puede doblar y después de endurecido no es fácil...
El 22 de julio de 1865 el Jefe Municipal de
Pueblo Llano Casimiro Quintero dirige una carta al Secretario General del
Estado Soberano de Mérida solicitándole armar las milicias del Distrito Pueblo
Llano que se organizaría para atacar al General Blas Ignacio Miranda que desde
Barinas, por el camino de Los Callejones, se disponía a invadir al estado
Trujillo. El desesperado Jefe Municipal exponía: ...el que suscribe tropieza
con el inconveniente de no haber armas en el Distrito y sea que el
ciudadano Presidente (del Estado Mérida) nos diga por órgano de usted
cómo debe hacerse para allanar esta dificultad pues de lo contrario será
inoficioso la reunión de las milicias lo que se servirá decirme a la
mayor brevedad pues ya han pasado por Timotes algunos oficiales de
Miranda con preparativos de guerra…
El general Blas Ignacio Miranda después de
haber inquietado algunas poblaciones trujillanas se refugió en el estado Zamora
(Barinas), allí organizó una expedición y con ella invadió el territorio
trujillano. En la madrugada del 4 de octubre del mismo año pasó por Pueblo
Llano y seguidamente ...atacó el pueblo de Jajó, que se encontraba
custodiado por una guarnición gobernada por el general Trinidad
Baptista: el combate fue desesperado y sangriento, quedando completamente
vencidos los invasores y muertos sus jefes, el valiente general Miranda
y el coronel N. Gavidia...
Ese mismo año, 1865, don Casimiro Quintero
también es designado como mayordomo de fábrica de la iglesia. Sabiendo que no
puede cumplir a cabalidad con las dos funciones, solicita por escrito para que
le dejen sólo el cargo de mayordomo de fábrica, argumentando que no tiene
tiempo para tantas responsabilidades, pues tiene deudas por pagar, necesita
ausentarse del Distrito y su esposa se encuentra enferma.
Hay una escritura de 1869 donde Don Casimiro
adquiere por compra a los indígenas (Cruz Paredes y María Candelaria Padilla)
un lote de terreno en el sector La Capilla, vecino al actual cementerio,
perteneciente al resguardo indígena. Lote que vende, seis años después, en
1875, a un hijo de Cruz y María Candelaria, no sabemos si la segunda
negociación la hizo por presión de la comunidad indígena que no permitía que se
vendieran lotes del resguardo, mucho menos a los vecinos blancos.
Jamás imaginó don Casimiro en sus desempeños
como funcionario público y sus
quehaceres como mayordomo de fábrica de la iglesia de Pueblo Llano que Dios lo
iba a recompensar designando a un nieto suyo como el primer Cardenal de
Venezuela: Monseñor José Humberto Quintero Parra.
Don Casimiro, ya viudo y con avanzada edad
para la época, pasó sus últimos años en el pueblo de Timotes, falleciendo el 12
de mayo de 1903.
Rafael Ramón Santiago
Cronista Oficial del Municipio
Pueblo Llano